Registrarse gratis | ¿Contraseña olvidada? Poner el intercambio horizontal y la confianza en el centro del proceso de enseñanza implica modificar la forma en que circula el poder y el saber en el ámbito de la educación. Plantea que en el corpus teórico de Salazar Bondy se ubica una propuesta de filosofía de la liberación. Salvando las distancias y con intensiones y metodologías muy disímiles, el grupo militante del MCP también se creía con el mismo derecho. Habrá una relectura crítica, pero observaremos que en un contexto intercultural los puntos nodales de la pedagogía liberadora se radicalizan: la politicidad de la relación educativa se hace más evidente, la necesidad de diálogo más acuciante, así como la comprensión del contexto cultural del educando. Incluye referencias bibliográficas y anexos Subjects--Topical Terms: Educación liberadora Filosofía de la liberación Cultura Ideología . La relectura, sin dejar de lado la crítica, pondrá acento en la profundización o radicalización intercultural. Pero voy a ir un poco más allá, para dominar hay que estar sobre lo dominado, tener derecho a apropiarse de ello, no sentir lástima ni compasión. Desde un punto de vista pragmático, con seguridad el conocimiento de Raimundo no será de utilidad práctica en una ciudad occidental y viceversa, el conocimiento sobre la naturaleza que tiene un científico no serviría para los que viven en una aldea en mitad de la selva amazónica. Cuando saben que tienen espíritu entienden todo lo demás y las cosas son más fáciles para ellos. Por ejemplo: (…) si uno contesta que quien sabe en la práctica educativa es el profesor, uno ha de preguntar enseguida: entonces ¿cuál es el papel de alumno? ¿Cómo se comprenderán los vocablos en sentido existencial, cómo se construirán relaciones dónde les serán revelados deseos, frustraciones, esperanzas si se desconoce la lengua en que se expresa esa población? Por lo tanto, si bien la crítica intercultural no estará ausente, pues como toda reflexión y todo método, el de Freire no es perfecto y puede ser objetado; el acento se pondrá en la radicalización intercultural de sus principios y puntos nodales. Lo que se puede llamar el contenido programático de la educación. Sarmiento es un claro ejemplo en nuestro país, un claro impulsor de la cultura moderna que se identifica con la cultura universal sin más: “En nuestros tiempos de civilización homogénea y universal, americana, europea, de líneas de vapores por caminos y de cables submarinos por estafeta, el patriotismo como recuerdo, es simplemente una enfermedad que se llama nostalgia” (Sarmiento, 1970a: 90). Desde Paulo Freire al pensamiento intercultural. A modo de síntesis se sostiene que, luego de la exposición y relectura del primer concepto nodal del pensamiento de Freire, queda en evidencia cómo se radicaliza el primero de sus planteos en un contexto intercultural. Conocer sin amar y sin identificarse con lo conocido implica una noción particular de conocimiento. Han tenido que asimilar en su universo cultural elementos que no pertenecían a su cultura, muchos hablan portugués de manera bastante fluida, son bilingües, cosa que no ocurre con los ‘educadores’. La estrategia para realizar la relectura intercultural será la siguiente: tomar lo que se identificó en el Capítulo I como los núcleos de su pensamiento: 1) Politicidad de la educación, 2) Dialogicidad, y 3) Partir del contexto del educando; para luego replantearlos y repensarlos en un contexto explícitamente intercultural, es decir en un ámbito en el que los polos de la relación pedagógica (educador-educando) pertenecen a culturas diferentes. La cultura occidental da un valor ontológico superior al que ha quedado registrado ‘por escrito’ como prueba de su verdad, como si el hecho de que esté registrado probara en sí mismo algo. Y no sólo en términos políticos: no es neutral en términos culturales. Pues se comienza a comprender que hay formas diferentes de contestarla y que estas conllevan una marca ideológica y una opción política. Sin embargo, la realidad se escapa al pensar analítico pues no es la mera suma de las partes que el análisis ha conseguido identificar. El segundo argumento señala que en la filosofía de la . Lo mismo acontecerá en cualquier otra disciplina científica. Significa indagar en los vocablos con sentido existencial, de mayor contenido emocional, buscar las expresiones particulares de la población, vocablos ligados a la experiencia de los grupos. El conocimiento que tiene como fin el dominio de su objeto es un conocimiento que legitima una relación de dominación, de colonización, de conquista. La posesión de la Verdad todo lo justifica. En términos de Max Weber un mundo desencantado, una naturaleza desacralizada, en términos cartesianos res extensa. Las palabras, los conceptos, las ideas, los símbolos de una cultura (o los de una clase, grupo, partido o facción) no alcanzan para expresar la experiencia de toda la humanidad. Freire señala que, además de la relación política educador-educando, otro aspecto claramente político en el proceso educativo es el tipo de conocimiento que se trasmite. El conocimiento científico es racional, frío, distante, quirúrgico, no establece una relación emocional con su objeto. En cambio una educación para la libertad implica la transmisión de una forma de estar en el mundo liberada, democrática, solidaria donde no hay lugar para oprimidos ni opresores. Ir contra la arraigada inercia del sistema y contra un contexto institucional inadecuado era realmente difícil. Implica una radicalización del pensamiento de Freire: los que deben ser educados interculturalmente son los educadores formados en la cultura occidental, los representantes de la ‘civilización’ tienen que estar dispuestos a aprender. Es parte de la experiencia de las víctimas de la que habla Dussel. Para el primer aspecto tomaré un ejemplo concreto: el Requerimiento que funda, en el contexto latinoamericano, un vínculo pedagógico de naturaleza colonial que perdura hasta nuestros días. “Consistía el primero, en no admitir jamás como verdadera cosa alguna, sin conocer con evidencia que lo era; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios nada más que lo que se presentase tan clara y distintamente a mi espíritu, que no hubiese motivo alguno para ponerlo en duda. Corremos el riesgo de que nos suceda los que ocurrió a los españoles (Aguilar, Guerrero, Cabeza de Vaca) que, obligados por las circunstancias, tuvieron que vivir con indígenas, aprender su lengua, tradiciones y costumbres: pasaron a ocupar un lugar de inferioridad. El mismo preconcepto que llevó a los conquistadores españoles y portugueses a negar que los indígenas tuvieran alma, religión, leyes o cultura propia, justificando el proceso de invasión y conquista como un avance de la civilización frente a la barbarie es el que nos lleva a negar hoy que tienen filosofía. Sin embargo cuando las poblaciones a las que va dirigida pertenecen a una cultura distinta a la que generó y sostiene esta forma de organización política, o incluso habla una lengua distinta a la oficial del estado, esta integración suele convertirse lisa y llanamente en asimilación cuando no en etnocidio: convertir al otro a mis valores, enseñarle mi lengua, mi ciencia, para que pueda integrarse a mi sociedad, a mi modo de ser y estar en el mundo. Entonces ¿Cuál debe ser el contenido de una educación intercultural sin residuos coloniales? Lo que se observará es la pedagogía freireana en su máxima expresión y, si se me permite el desliz estético, aparecerá su pensamiento mostrando toda su belleza, su convicción filosófica más profunda que comparte con la filosofía intercultural: las palabras, los conceptos, las ideas, los símbolos de una cultura (o los de una clase, grupo, partido o facción) no alcanzan para expresar la experiencia de toda la humanidad. Como veremos más adelante esta identificación proviene de una valoración ideológica que llama a todo lo que está fuera de la cultura moderna ‘Edad Media’. Reconocer que otra cultura tiene filosofía en el sentido de una interpretación compleja y completa del mundo a partir de un logos diferenciado, de una racionalidad particular, es el paso previo a reconocer que existe algo que podemos aprender de los otros, algo que no está presente en nuestro universo cultural y que tal vez no pueda expresarse con las categorías de nuestro idioma y de nuestro pensar. Como veremos a continuación, se trata de una explicación brevísima de la doctrina cristiana y del derecho a sujetar bajo su poder a las poblaciones indígenas, si bien su extensión es considerable, dada su importancia lo citaré completo: Juan López de Palacios Rubios (1513) Notificación y requerimiento que se ha dado de hacer a los moradores de las islas en tierra firme del mar océano que aún no están sujetos a Nuestro Señor. Las culturas originarias de América tienen una concepción distinta de la naturaleza. Edición de Helen Orvig y David Sobrevilla. El plano de la praxis es problemático para la interculturalidad. El resultado no está asegurado a priori se trata de una aventura que comienza con la alfabetización intercultural del educador y su transformación y tránsito hacia formas de ser humano diferentes. Si existiera la Verdad con mayúscula quedaría anulada la posibilidad de construir conocimiento a partir del diálogo, quien la posea no tiene necesidad de abrirse a otras perspectivas. Uno de estos “defectos” -que contrapone por otra parte a un “ideal” o “excelencia”- que permanece como último refugio de la supuesta superioridad de la civilización occidental, es la ausencia de filosofía (2008b :129). No hay una respuesta unívoca, podemos encontrar una variedad de opciones desde muy diferentes ópticas: formar ciudadanos; integración social; que se incorporen las competencias necesarias para desempeñarse con éxito en el mercado laboral; generar subjetividades políticamente dóciles y económicamente útiles, etc., etc. Esto era totalmente ajeno a las culturas americanas en su mayoría ágrafas. Sin embargo aún no se reconoce el carácter filosófico de su pensamiento ni que pueda existir una racionalidad distinta o una lógica diferenciada pues, en definitiva, no existe racionalidad fuera de Occidente. Quien pretende ocupar el rol de docente primero debe ser alumno, debe reconocer su analfabetismo intercultural. Pero ciertos “defectos ” siempre permanecen y permiten percibir a los demás como “otros”. Colón, Cortez, el conquistador. La finalidad de la ciencias es que el hombre domine la naturaleza para poder utilizarla en su provecho, en términos más abstractos podemos decir que el sujeto debe dominar al objeto de conocimiento para poder servirse de él. Augusto Salazar Bondy nació en la ciudad de Lima, un 8 de diciembre de 1925; sus primeros estudios los inicia en el Colegio Alemán, para luego continuar su primaria y secundaria en el Colegio San Agustín (1933 - 1941). Parecemos un perro que quiere morderse la cola pero nunca lo logra pues claro: la cola está pegada al perro. Significa conocer los deseos, frustraciones, descreimientos, esperanzas de quienes van a ser educados. Este principio impregna y sostiene su cosmovisión (y su ‘ciencia’). Si existiera la Verdad con mayúscula quedaría anulada la posibilidad de construir conocimiento a partir del diálogo, quien la posea no tiene necesidad de abrirse a otras perspectivas, él es quien tiene que decir, él es el dueño de las palabras. En un contexto intercultural la coherencia interna se mantiene pues este punto final supone y condensa lo desarrollado anteriormente. Si bien las culturas y formas de vida de los pueblos originarios de América son ‘simultáneas’ a la cultura europea occidental parece que no fueran ‘contemporáneas’. Nuestra racionalidad, nuestra lógica (nuestro logos) se sostiene en ellas. (2019). ¿Cómo articular estos tres ejes en la relación pedagógica intercultural que tenga como instrumento central, el diálogo? Pero la práctica educativa para ser fecunda y liberadora, debe contar con estos ingredientes. La ciencia, hija predilecta de la razón, es un complejo y detallado sistema de clasificación, sus categorías son estrictas, unívocas, no toleran la ambigüedad, la vaguedad o la indefinición[7] (en definitiva no toleran la forma en que se desarrolla la vida). Al criticar nuestra cultura desde la racionalidad, legitimamos lo que estamos criticando pues lo criticado es a la vez el instrumento de crítica: el perro queriendo morderse la cola. Este diálogo requiere de cuidado y compromiso si no queremos que se trasforme en monólogo. Esto puede asimilarse a la actitud de los conquistadores en América, lo evidencia el Requerimiento: los colonizadores poseían la verdad, la lengua, las palabras, los otros eran identificados por su ignorancia y, en caso de no aceptar la ‘Verdad’ sería impuesta de las maneras más crueles. La experiencia del que aprende es irrelevante y, habitualmente, un obstáculo a remover. Su cristianismo tercermundista impregna hasta lo más profundo sus categorías. Además de confirmar algunas tesis de la educación para la libertad radicalizada interculturalmente, (como la que sostiene que la educación occidental en un contexto intercultural tiene un carácter opresivo y colonial, así como un efecto etnocida en las culturas tradicionales) encontraremos también una semejanza de tercer tipo, una equivalencia homeomórfica en el sentido de que algunas nociones utilizadas por la autora. La ciencia es un gigantesco, genial y preciso sistema de clasificación que no tolera la equivocidad, la ambigüedad, la multivocidad. El primer paso es reconocer al otro por el conocimiento de su cultura y entorno en vez de identificarlo por la ignorancia de la nuestra. Luego de trabajar estos tres puntos me referiré al objetivo de la educación para la libertad señalado por Freire así como a su relectura intercultural. La educación liberadora generará un conocimiento de una calidad distinta, liberador, pues no tiene como fin la dominación del sujeto sobre su objeto, del hombre sobre la naturaleza, de una cultura sobre otra o de un ser humano sobre otro. Sin embargo desde una perspectiva intercultural, libertad, solidaridad, democracia, son palabras que pertenecen a una lengua y cultura determinadas, que muchas veces no tienen un equivalente exacto, ni el mismo significado, contenido e importancia en otras culturas. Sus ‘verdades’ no son absolutas, son relativas al mundo natural y cultural en el que habitan. ¿Cómo comprender el contenido existencial de un vocablo si no se comprenden las coordenadas culturales en que habita y existe un grupo? Al continuar identificando lo indígena por el desconocimiento de la civilización occidental y no por el conocimiento de su propia cultura, es imposible cambiar el esquema de sometimiento cultural. Roig, Elisabeth. En la práctica ocurre que los contactos se producen en relaciones de fuerzas más o menos disimiles que varían en los países y en los tiempos históricos. El resultado, como se pudo observar, más que una crítica y una reorientación de su reflexión fue la profundización y radicalización de la misma. Así que sus Majestades son Reyes y señores de estas islas y tierra firme por virtud de la dicha donación; y como a tales Reyes y señores algunas islas más y casi todas a quien esto ha sido notificado, han recibido a sus Majestades, y los han obedecido y servido y sirven como súbditos lo deben hacer, y con buena voluntad y sin ninguna resistencia y luego sin dilación, como fueron informados de los susodichos, obedecieron y recibieron los varones religiosos que sus Altezas les enviaban para que les predicasen y enseñasen nuestra Santa Fe y todos ellos de su libre, agradable voluntad, sin premio ni condición alguna, se tornaron cristianos y lo son, y sus Majestades los recibieron alegre y benignamente, y así los mandaron tratar como a los otros súbditos y vasallos; y vosotros sois tenidos y obligados a hacer lo mismo.”. A excepción de Mariátegui, lo mejor de la pedagogía latinoamericana se desarrolla sobre este olvido, el propio Freire no lo tematiza. La resistencia de los españoles a la penetración cultural indígena fue de hierro. Vicerrectorado de Investigación y Posgrado Para comentar, debes ingresar con tu nombre de usuario. Comprender a otros proporciona una forma diferente de comprendernos a nosotros mismos: con la escucha de su mito (y de su logos) comienza una transformación. BIOGRAFÍA DE AUGUSTO SALAZAR BONDY. Así como la política de exterminio de la conquista no pudo terminar con las culturas originarias, la etapa de las luchas por la independencia que ponen fin a la relación política colonial con España no da fin, ni mucho menos, al carácter colonial de las sociedades en los nuevos estados independientes. En un contexto intercultural se tendrían que agregar, al menos, dos preguntas: Lo que se enseña y aprende ¿de qué contexto cultural procede? ¿En qué lengua se enseña y se aprende? Por otra parte nos lleva a ontologizar la escritura, es decir, a creer que la verdad necesita estar escrita. ¿Qué quiere decir con que ‘cada uno pueda decir su palabra’? De esta fase de aprendizaje se obtienen resultados muy ricos para el equipo de educadores por las relaciones que se establecen y porque se revelan deseos, frustraciones, descreimientos, esperanzas y deseos de participación. Y se compatibiliza perfectamente con la finalidad y la perspectiva del planteo intercultural. Aquí la cultura occidental es la dominante desde hace algunos siglos. Antes de preguntarnos qué podemos enseñar debemos hacernos otra pregunta: ¿Qué podemos aprender? Pero además existe un conocimiento del que no somos conscientes, las culturas no hegemónicas y, en especial, las originarías de América tienen una larga y traumática experiencia en su contacto con la cultura occidental. El pedagogo brasilero coloca al diálogo entre educador-educando (y sus saberes y contextos) en el centro del proceso de enseñanza. La aldea tenía una escuela con varios maestros, Felipe era el único que vivía en ella junto a la población indígena, los demás vivían en una población cercana, iban y venían para trabajar en el aula. Las bases para una educación intercultural dialógica deben partir de una actitud positiva hacia la cultura del otro que deben involucrar: amor, empatía, respeto, esperanza. Partir del la experiencia del educando en un contexto intercultural, implica sumergirse en una cultura que no es propia, que se desconoce, colocarse en el lugar del educando reconocer el propio analfabetismo intercultural para poder, luego, educar. No todas tienen la misma idea de lo que es conocimiento ni la misma forma de ordenar el pasado, ni una noción lineal del transcurrir del tiempo. Para una filosofía de la liberación en Augusto Salazar Bondy. En este apartado se realizará una relectura intercultural del pensamiento pedagógico de Paulo Freire. Hijo de Augusto Salazar y María Bondy. La conocida noción andina de la naturaleza entendida como pachamama, madre tierra, es un ejemplo de esta sacralidad. O desde la perspectiva de Boaventura De Suosa Santos es parte del ‘epistemicidio’ que la cultura hegemónica realiza con la dominada, ignorando, degradando, o simplemente destruyendo los saberes que no puede integrar como propios en su tradición. En cada época las actividades, la comida, los trabajos, los repartos de tareas son diferentes, están regidas y lideradas por el ‘partido’ correspondiente. Alumbradas con la mirada de los otros las cosas toman formas nuevas y originales. Las relaciones entre culturas siempre implican relaciones de poder más o menos asimétricas, más o menos intensas. Justamente la apertura intercultural que se reclama viene impulsada por un contexto histórico propicio para el resurgimiento de las identidades originarias. Desde allí es que habrá una verdadera apertura. Es interesante en este punto, un aporte formidable de Enrique Dussel. Aquí aparece la amenaza de que en caso de que no aceptasen el relato realizado ni la autoridad papal o real, o rechacen ‘la verdad’ que les ha sido informada (que además de totalmente inverosímil e incomprensible culturalmente para las poblaciones autóctonas era expresada en una lengua totalmente ajena) se procederá al sometimiento, conquista y exterminio en caso de ser necesario. Los partidarios del verano se complementan con los del invierno, las diferencias no genera una división absoluta ni producen conflictos, al contrario, la distinción es una forma de integración, cada principio complementa (completa) al otro: requiere del otro para ser pleno. No se sabe cuál será el resultado, no hay nada asegurado de antemano. En la comunión hay amor, empatía, solidaridad, respeto. El primer argumento presentado es la presencia de Salazar Bondy en las Cuartas Jornadas Académicas realizadas en la Universidad del Salvador (Argentina) en 1973. El espacio de praxis intercultural es un terreno de tensión donde la identificación con el otro, su asimilación, los distintos grados de autonomía varían de acuerdo a las relaciones de poder. La res extensa no se ama, se domina, la finalidad de la ciencia es el dominio y la transformación de la naturaleza. Muchas de las palabras que utiliza provienen de esta vertiente: amor, comunión, identificación con el prójimo, humildad, esperanza, etc. El segundo, dividir cada una de las dificultades que examinaré, en cuantas partes fuere posible y en cuantas requiriese su mejor solución. Y si así no lo hicieseis o en ello maliciosamente pusieseis dilación, os certifico que con la ayuda de Dios, nosotros entraremos poderosamente contra vosotros, y os haremos guerra por todas las partes y maneras que pudiéramos, y os sujetaremos al yugo y obediencia de la Iglesia y de sus Majestades, y tomaremos y dispondremos de ellos como sus Majestades mandaren, y os tomaremos vuestros bienes, y os haremos todos los males y daños que pudiéramos, como a vasallos que no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen; y protestamos que las muertes y daños que de ello se siguiesen sea a vuestra culpa y no de sus Majestades, ni nuestra, ni de estos caballeros que con nosotros vienen. Augusto Salazar Bondy publicó en 1968 su libro ¿Existe una filosofía de nuestra América?, donde se cuestiona la existencia de una filosofía hispanoamericana auténtica, y argumenta que su impedimento radica en la situación de dependencia en la que se encuentra Hispanoamérica, pues no ha superado su condición colonial con respecto de los países centrales tanto en lo económico como en . Quien diga que en la práctica educativa es el profesor quien sabe, dirá también para ser coherente, que el papel del alumno es aprender. Entendiendo el acto de aprender como el de recibir conocimiento del profesor. La mayoría de los maestros no tenía vocación para que se produjera algún intercambio cultural. Se expresa en la invisibilización de los pueblos originarios que conservan su lengua y tradiciones, en la demonización o el desprecio de la herencia indígena, o, en el mejor de los casos, en la folklorización de las culturas originarias. En su concepción clásica la educación es “bancaria” está cerrada a la voz del alumno y a cualquier apertura intercultural. A esto debemos sumarle que, si bien la idea de interculturalidad no estaba presente en las conceptualizaciones que Freire realiza de su método, su práctica educativa era, de hecho, intercultural. La educación liberadora viene a reconocer que el alumno tiene saberes previos y que el que enseña no sabe todo, de esta forma el proceso de aprendizaje se vuelve un acto de creación de conocimiento nuevo al que todos contribuyen enseñando y aprendiendo. Tesis para optar el título de Licenciado. No les enseñan sus tradiciones. Raúl Fornet Betancourt señala que debemos reconocer nuestro analfabetismo intercultural en términos filosóficos. Vicerrectorado de Investigación y Posgrado, https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/, Salazar Bondy, Augusto 1925-1974 - Crítica e interpretación, Para una filosofía de la liberación en Augusto Salazar Bondy, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Además si los partícipes responden a una forma de ser y estar en el mundo diferente, una distinta noción del tiempo, de la naturaleza, de lo sagrado, ¿en qué condiciones podría existir un intercambio real? El estado Boliviano creó el original Ministerio de la Madre Tierra y ha reconocido legalmente once derechos fundamentales de la tierra. El objeto inerte es dividido en partes simples por el sujeto pensante y reconstruido ordenadamente de lo más simple a lo más complejo y en caso de no encontrar un orden natural, hay que imprimirle uno porque, en definitiva, el orden verdadero es el de la razón, del. Implica reconocer que hay un contenido alternativo para la educación intercultural, una perspectiva diferente de concebir y entender lo que nos rodea. Nuestras modernas sociedades, a diferencia de las tradicionales, son sociedades del conocimiento y la información. Está demás aclarar que la ligazón entre cerro y abuelo (ancestro, experiencia, conocimiento, sabiduría) es totalmente ajena a la concepción occidental de naturaleza. El conocimiento verdadero ¿dónde está?, ¿quién lo posee? Pero en tanto ser humano individual además de una esencia tengo una existencia real y concreta que queda fuera del concepto. Pero en tanto ser humano individual, además de una esencia tengo una existencia real y concreta que queda fuera del concepto. Generan sistemas de interpretación diferentes, con una lógica o una racionalidad interior diferenciada, en ellos residen profundas concepciones filosóficas que expresan distintas maneras (todas esencialmente humanas) de ser y estar en el mundo. son los cerros, los abuelos”. Así observamos que, aún cuando se haga con las mejores intensiones, el conocimiento de otra cultura desde los principios señalados siempre lleva implícito un residuo colonial, pues el conocimiento tiene como fin el dominio y utilización de su objeto. El correlato o sustrato lógico de estas oposiciones son: el principio de no contradicción (A es verdadero o es falso, no puede ser verdadero y falso simultáneamente) el principio de tercero excluido (es A o no es A, no existe una tercera posibilidad), y el principio de identidad (A es idéntico sí mismo y no idéntico a B) (Estemann, 2006). Si se toma la segunda opción será necesario aceptar que el sistema educativo tiende a reproducir la opresión imperante en el sistema social, la educación “bancaria” no hace más que consolidar las relaciones de poder existentes y, por lo tanto, necesita ser modificada, trasformada, reemplazada por un modelo pedagógico que permita la liberación de los oprimidos (y de los opresores). Ideas de América Latina y de Chile en el período de "fundación" y "normalización" de la filosofía en Chile: el caso de Enrique Molina Garmendia Y este dominio se lleva hasta el extremo de la destrucción cuando el objeto no se adecua al saber, la necesidades o expectativas del sujeto cognoscente. El ser de alguna manera se alumbra y se manifiesta en lo que es, entonces podemos percibir su brillo. Adecuaron la forma tradicional en que socializan a un integrante de la tribu, a Felipe, un individuo que proviene de un universo cultural diferente. Es evidente que otras culturas, las originarias de América por ejemplo, conciben la relación de una manera distinta. ¿Quién conoce y quién educa en la práctica educativa?, la respuesta a esta pregunta debela que en las relaciones maestro-alumno hay relaciones de poder establecidas desde un discurso que determina quién tiene el saber y quién no (y por lo tanto quién tiene poder y quién no). La politicidad de la relación educador-educando: hay una relación política en el vínculo básico de la práctica educativa que relaciona al que enseña y al que aprende. Sin embargo este acento en el clasismo oculta la opresión colonial, la opresión de lo europeo sobre lo indígena. Una de ellas es apu que puede traducirse como cerro o pico de cerro, pero su significado está lejos de ser geográfico o meramente material, señala además una chakana un lugar sagrado donde se expresa el orden cósmico (pacha) tiene un significado en la cosmovisión andina que excede por mucho lo meramente material. El indio, Maliche, el conquistado, el colonizado, ¿Quién enseña? para explicarlo es interesante relatar un problema que el pedagogo enfrentó en los tiempos del Movimiento de Cultura Popular de Recife del que fue fundador. En las categorías de opresor-oprimido predomina la concepción clasista adecuada para denunciar que el vínculo educador-educando sirve para reforzar la opresión de los miembros de una clase sobre otra. La descolonización política no implica descolonización de las relaciones de poder y saber, muchas veces todo lo contrario, implica la consolidación de ellas: la fundación de los sistemas educativos en Argentina y Chile es contemporánea (y complementaria) a las ‘Campañas al Desierto’ y de ‘Pacificación de la Araucaria’, es decir, al genocidio del pueblo mapuche. La educación es una actividad eminentemente política donde hay relaciones de poder y de saber. El profesor enseña y el alumno estudia y aprende (Freire, 1988). Ese saber no está escrito en libros, no está materializado. Esta necesidad de diálogo en una educación liberadora se radicaliza en un contexto intercultural. De acuerdo a lo que se ha expresado, el proceso de educación dialógica intercultural tiene que comenzar con el conocimiento del otro: este es un requisito ineludible para cualquier tipo de educación que se considere liberadora. En esta concepción los únicos capaces de ser sujetos y por lo tanto tener derechos son los seres humanos ya sea de manera individual o colectiva. Sucede que, para el pensador alemán, la marcha histórica de Occidente tiene como destino la actual civilización científico-tecnológica europeo-occidental que concibe al ser como razón desacralizada. Hay siempre un contenido no dicho, no expresado, ni racional ni sistemático, que suele ser sumamente importante para el éxito de la práctica educativa. Es parte de la experiencia de las víctimas de la que habla Dussel. Voy a dar un ejemplo simple para ilustrar esta diferencia. Si el que educa pertenece a una cultura hegemónica que impone el contenido de lo que enseña, así como el vehículo en que debe ser transmitido (la lengua) y el alumno a una cultura subalterna, silenciada y que, en ocasiones, ni siquiera maneja fluidamente la lengua del docente, estamos ante una situación de opresión mucho más profunda que la descripta por Freire con el adjetivo de ‘bancaria’. Las dos realidades sociales que ocurren simultáneamente no son necesariamente contemporáneos” (De Sousa Santos, 2006). Si pretendemos conocer al otro cultural desde la antropología, para nombrar una de las ciencias abocada al tema, encontraremos que trabaja con estos principios, habrá análisis, conceptualización y escritura. El saber justifica al poder y el poder al saber. Han aprendido y se han adaptado lo mejor posible a ella, han tenido incluso que emigrar de su territorio original por la extensión de la frontera agrícola y la construcción de una represa, sus antiguos territorios se encuentran bastante al sur de los que hoy ocupan. Asimismo del lado español, los que aprenden la lengua están en posición de inferioridad: “Aguilar o Guerrero obligados a vivir entre los mayas, o más tarde Cabeza de Vaca. Los contrastes y la desigualdad se expresan en su discurso, tanto como en el historicismo, la El segundo argumento señala que en la filosofía de la liberación de Salazar Bondy subyace un vasto planteamiento antropológico que se sostiene en los siguientes tópicos: la histórica, la pedagógica, la axiológica. Sólo la unidad es inteligible a la razón: extrae de la pluralidad de hombres, el concepto uno y único de hombre e identifica su esencia. Y si me identifico con el otro, ¿Cómo conservo mi identidad?, ¿cómo preservo mi forma de pensar y sentir? Claro que no habrá que perder de vista que hay intereses en juego, que hay relaciones de poder. El siguiente: antes de preguntarnos qué podemos enseñar al otro debemos preguntarnos qué tenemos para aprender de él. El resultado, según Felipe, es que nadie aprendía nada, ni matemáticas ni portugués, nada. Este documento fundante de las relaciones entre la cultura europea y las originarias así como de las relaciones pedagógicas en Latinoamérica ha sido olvidado incluso por lo mejor de la pedagogía crítica latinoamericana. Alejandro Korn”. La relación de conquista es una relación entre culturas absolutamente asimétrica, pero incluso en esta asimetría existen espacios interculturales de intercambio con alguna posibilidad de penetración de la cultura sometida sobre la dominante. Una porción importante de la comunidad inmigrante boliviana en nuestro país se dedica a la producción y abastecimiento de frutas y verduras, como lo señala Estermann el arquetipo de hombre andino (runa/jaqui) es el de agricultor. En este contexto las relaciones de poder y saber entre los polos del proceso educativo que Freire denuncia como opresivas, se yuxtaponen con las que se dan entre individuos que pertenecen a culturas diferentes, por lo que se hace necesario profundizar la denuncia y hacer visibles estas relaciones. Luego de señalar los tres planos en que se constituyen las relaciones con el otro Todorov (2008b) sostiene que existen relaciones y afinidades entre estos tres planos pero ninguna implicación rigurosa: el conocimiento no implica el amor ni viceversa y ninguno de los dos implica la identificación con el otro. Sobre el final de este apartado se hará una recopilación sistemática de estos desarrollos ahora se continuará con el próximo núcleo de pensamiento del educador brasilero. Los criterios con los que juzgamos la validez o no del conocimiento dependerán del espacio cultural en que nos ubiquemos. Identificaron a los indígenas por su ignorancia de la lengua y la religión dominadora y no por el conocimiento de la propia. El carácter colonial de la educación en Latinoamérica se evidencia en este olvido sistemático. 2) Conocimiento por representación frente al conocimiento por experiencia vivencial: la filosofía occidental tiene un componente predominantemente cognitivo, busca descubrir la verdad mediante un proceso de conocimiento o cognición[8]. Sin embargo para que esta extensión no se convierta en una forma más de agresión, ocultamiento, sometimiento, asimilación cultural, tenemos que aceptar que la primera en ser educada interculturalmente es la cultura occidental. Freire utiliza frecuentemente palabras como: humildad, amor, esperanza y las coloca en el centro del proceso educativo, nos dice que sin estos atributos no es posible educar. Tuve la ocasión de conocerlo en un encuentro de culturas tradicionales que se realiza cada año en el estado de Goias. Inicio; Libros Libros Físicos; Ebooks; Audiolibros; Te Traemos de USA Ofertas Importadas En estos contextos la situación de opresión se profundiza si la cultura del educado es identificada con el error, la ignorancia y el desconocimiento de la cultura que se pretende enseñar. Por lo tanto cuando se educa dentro o fuera de la cultura occidental se transmite filosofía: una forma de ser y de estar en el mundo. Nivelarse; y ya lo hace con las otras razas europeas, corrigiendo la sangre indígena con las ideas modernas, acabando con la Edad Media (Sarmiento, 1970b: 94). La pedagogía crítica en nuestro continente no puede seguir habitando en este silencio. Además nos sentiremos seguros pues el conocimiento será objetivo y con esto no quiero decir neutral, sino que permitirá dominar a nuestro objeto. Por lo tanto cuando se educa, dentro o fuera de la cultura occidental, se transmite filosofía: una forma de ser y estar en el mundo. El aporte original de esta tesis consiste justamente en esta reflexión sistemática. De la misma manera el opresor no puede reconocer fisuras en su derecho, en su subjetividad, en su conocimiento. Reconocer que existe un equivalente (homeomórfico) a la filosofía en otra cultura implica reconocer que existe un contenido diferente no expresable totalmente en los términos de la propia. Abstract El objetivo del presente artículo es presentar una síntesis del pensamiento fenomenológico de Augusto Salazar Bondy circunscrito principalmente a su obra Idealidad e Irrealidad de 1958 al lado de las críticas que hicieran al texto la profesora Dra. Facultad de Letras y Ciencias Humanas. El imperio español, como cualquier imperio, no justificaba sus actos diciendo que su poder militar les daba derecho a ocupar el territorio que tuvieran a su disposición. Podemos abrir las ventanas de la antropología o la pedagogía pero eso nos servirá apenas para mirar desde dentro, desde nuestras propias concepciones y certezas lo que está fuera de nuestros límites. Contextualicé sus planteos en situaciones interculturales es decir en circunstancias en la que los participantes del proceso educativo pertenecen a culturas diferentes. Aquí se hace evidente la radicalización de los planteos de Freire, el educador debe ser primero educado, alfabetizado en la cultura del educando pues ¿cómo comprenderá los vocablos en sentido existencial, como construirán relaciones donde les serán revelados deseos, frustraciones o esperanzas si desconoce la lengua en que se expresa esa población? Su sabiduría parte de una concepción de la naturaleza diferente no es un mero objeto material a ser conocido y dominado por un agente externo, es algo vivo, una totalidad viviente de la que forma parte, de la que no se diferencia de forma absoluta. Al educarnos aprendemos también un modo de concebir y de relacionarnos con la naturaleza. Cuando se dice que algo o alguien tienen axe, se quiere expresar que el ser está brillando en su interior. En el campo de la pedagogía perdura la relación pedagógica colonizadora fundada por el Requerimiento. Esto habilita al uso y al abuso, a la manipulación técnica y tecnológica del mundo natural, a su modificación y explotación sin medida. Las culturas indígenas son primitivas[6], están fundadas en una concepción mágica de la realidad, son un interesante objeto de estudio pero carecen de valor en cuanto pensamiento vivo, su destino es ocupar un espacio en los museos y ser ‘civilizados’ por Occidente. Los seres humanos construyen el conocimiento a partir de su experiencia del mundo acontecida en un contexto sociocultural determinado y en diálogo constante con el mundo y con otros seres que pueden tener visiones similares o diferentes del mismo. La metáfora de ‘clave de bóveda’ se refiere al carácter de cúspide que tiene la filosofía en el edificio de conocimiento que ha construido Occidente. Desde las palabras de Ginés de Sepúlveda hasta hoy el argumento no ha cambiado esencialmente, sólo ha variado gradualmente. Existen dos niveles básicos donde se manifiesta el carácter político: Si colocamos la relación educativa en un contexto intercultural, es decir en un contexto donde el educador y el educando pertenecen a culturas diferentes, el aspecto político se redimensiona. El trabajo de organización y visibilización que estas comunidades identitarias vienen realizando y que tuvo su punto más álgido en 1992 ha ayudado a generar ese contexto, a cuestionar y poner en evidencia las relaciones de poder existentes. Traducido en términos de nuestra metáfora: ¿Cómo salimos del edifico de la razón sin destruirlo para poder volver a él cuando lo creamos necesario? Antes de preguntarnos qué podemos enseñar debemos hacernos otra pregunta: ¿Qué podemos aprender? La necesidad de evangelizar hizo que los conquistadores aceptasen que había alma en los indígenas, los estudios antropológicos y lingüísticos llevaron a reconocer que tienen lengua, religión y cultura propias. De parte del rey, Don Fernando, y de su hija, Doña Juana, reina de Castilla y León, domadores de pueblos bárbaros, nosotros sus siervos, os notificamos y os hacemos saber, como mejor podemos. Si se cree, como los conquistadores españoles y portugueses o como Sarmiento, que con los elementos provenientes de una cultura podemos expresar la experiencia de toda la humanidad, entonces no habrá nada que aprender del otro. Es una experiencia que transforma tanto al educador como al educando y aquí cabe recordar lo señalado por el brasilero: nadie educa a nadie, ni nadie se educa a sí mismo, nos educamos en comunión. Y aquí abordamos el segundo núcleo de su pensamiento: la dialogicidad. En la educación que Freire llama ‘bancaria’ el que tiene el saber es el docente y quien tiene que aprender es el alumno, de tal forma que este último se trasforma en un receptor pasivo del saber. La finalidad es la libertad: que cada uno pueda decir su palabra. Para aprender algo hay que creer que ese algo merece ser aprendido. erasmus. Sin embargo estas denuncias se hacen desde la tradición racional o, a lo sumo, desde sus márgenes. El planteo freireano se sustenta en una postura gnoseológica que no admite la posibilidad de que exista la verdad absoluta o, por lo menos, que los seres humanos puedan alcanzar ese grado de conocimiento. Ese conocimiento objetivo, racional, verdadero, frío, es el que justifica una relación de poder opresiva. Lo que se pondrá en cuestión es la noción de conocimiento que utiliza Todorov. Pero ¿cómo tenerla? En los puntos que siguen continuaré con esta aventura. 2) El plano praxeológico: es el plano de acción hacia el otro, de acercamiento o alejamiento. Incluso las categorías más radicales de la etapa de la Pedagogía del Oprimido no son adecuadas para hacer visible y deconstruir esta herencia colonial.
Motivación Incongruente Tc, Ministerio De Agricultura Huancayo Horario De Atencion, Crema Para Piel Seca Rostro, Práctica Calificada 1 De Edyp, Citas Biblicas Sobre La Solidaridad Social, Gimnasio Ecológico Tesis, Complicaciones B-lynch, Formato Registro De Compras Sunat Excel, Ejemplos De Monografías Sobre Educación Pdf, Los Portales Techo Propio Lima,
Motivación Incongruente Tc, Ministerio De Agricultura Huancayo Horario De Atencion, Crema Para Piel Seca Rostro, Práctica Calificada 1 De Edyp, Citas Biblicas Sobre La Solidaridad Social, Gimnasio Ecológico Tesis, Complicaciones B-lynch, Formato Registro De Compras Sunat Excel, Ejemplos De Monografías Sobre Educación Pdf, Los Portales Techo Propio Lima,