Ya te haré componer esas muelas podridas desde tu niñez, si tú me haces un gran servicio, dice él. El viejo debió tomar otra muchacha para la cocina y tú solamente lavarías la ropa, cantando en la acequia junto al pesebre. | Cuando abrió el pesebre con pocos chanchos, sin duda para enseñarte a darles de comer el sango, te fuiste derecho a dormir a ese lado; pero ella, con dos tirones de pelos, te volvió a la cocina para que los cuyes y conejos te enredaran las piernas con sus chillidos y vocecitas. El viejo debió tomar otra muchacha para la cocina y tú solamente lavarías la ropa, cantando en la acequia junto al pesebre. Bueno, como sea, a la mañana siguiente le tocó a la señora entrar en la cocina, transformada su cara preciosa por la tunda del viejo. –Uno de los elementos que me gustaron es que hay referencias de lecturas de Nietzsche y también los propios poemas del personaje. También he pensado en eso. ¡Dale tú también! de la enunciación de un discurso letrado por parte del primero, lo que permite la Me cuenta hasta cómo, sin saberlo, yo estaba resentida de que mis padres me hubieran vendido por un corte de tocuyo de veinte soles. Esta concepción clásica del arte de presentar al mundo, aparece con claridad en este cuento, mediante el cual su autor, a imitación del personaje mítico que teje y desteje el lienzo de cada mortal en la historia -las ¡Calla, cochina!, gritaba ella. JavaScript is disabled for your browser. Cuentos peruanos … Tomé un gran sobre manila, ordené los capítulos, traté de que encajaran, y de allí lo ejecuté. Así comenzaron la muerte de la vieja, sus gritos señalándote el nombre de las cosas mientras ella cogía las cosas mismas en alto, metiéndotelas por los ojos; sus empujones en una dirección para que fueras en esa dirección; sus miradas furiosas sobre las ollas para que aprendieras como hacía los potajes; los golpes sobre ti y hasta sobre la escoba, si barrías mal; y los extraños modos de conectar ese demonio llamado plancha". Y te gusta leer revistas y periódicos más que a mi mujer. Me chifla el blog que aportáis a la red de usuarios y deseo daros públicamente un agradecimiento de parte de todos. Para ello, define el hilo pilar: la despersonalización de la persona. La literatura es una manifestación artística basada en el uso de las palabra y del lenguaje tanto escrito como oral. Escritor y periodista. La dignidad de Juana es vista como acto de maldad: "Ya era costumbre decir que todo lo malo lo hacía YO, Juana la campa". El lienzo tejido por Zavaleta, no es otra cosa que la sociedad establecida por la dinámica de la explotación de clases. La presente tesis analiza cómo se construyen las polarizadas figuras del hombre letrado y Y luego te entregó el hacha y te pidió a voces: ¡Dale tú también! Su cara se encendió más que el fogón y te vino a quemar con un leño de la bicharra, y cuando caíste y te hiciste un ovillo en el suelo, el mismo bulto que formaste al llegar, una manchita miserable en la cocina... ¡Qué estará diciendo, habla muy rápido!, ¿a qué hora vuelvo a mi cocina? olvide a mis otros patronos por malos y perversos. ¡Fuiste tú, campa del demonio!, chillaba, y se te fue encima. Frente a éste mi último amo, me quedo en pie para … La muestra “Carlos Eduardo Zavaleta: el gozo de las letras” presenta una línea de su vida y obra con fotografías inéditas del autor y objetos personales. El cholito no entendió lo que pudiste hablar y tú creíste por un momento que los chanchos, nuevos para ti, conspiraban en su propio lenguaje; subiendo entre muchas vueltas, terminaste por gruñir como ellos y vomitar un embarrado de plátano y yuca que hizo fruncir la cara del chico que se alejó de ti. ¿Por qué volviste? No supiste el nombre pero la abriste: de la carne de varios días que habías guardado para mordisquear solita salieron unos gusanos lindos, blancos y gordos, incapaces de molestar a nadie y mucho más tranquilos que los cuyes de la cocina. con las manos cubriendo tus ojos, espantada de los hachazos que tu ama joven y bonita, pero convertida en un monstruo, le daba al viejo en la cama, al viejo que ya estaba muerto y que ella seguía despedazando entre manchas de sangre, una lluvia increíble que también me hizo gritar. ¿Con quién va al cine? Ensayos de interpretación de lo real en la narrativa indigenista peruana (FCE, 2017), donde analiza los clásicos cuentos “La venganza del cóndor” de Ventura García Calderón, los tres relatos que … ¡Mamita! En el marco del Centenario de la Muerte de Luis Pardo, el XVII Encuentro de Escritores y Poetas de Ancash, se realizó en la bella ciudad de Chiquián, los días 3, 4 y 5 de enero del presente año, con un éxito sin precedentes, que culminó con una visita a Pancal, otrora hacienda de la familia Pardo Novoa. Yo sí y hasta sin dientes, pero usted nunca, señor, digo. Oí unos golpes raros en el suelo de tu casa (todo se oye de una pared a otra en las casas de Tarma) y después no solamente unos gritos de tu ama, sino gritos tuyos, cosa muy extraña, pues siempre he pensado que tú eres más valiente y aguantas más el dolor que cualquier hombre. Juana es consciente que su actividad le permite mejores relaciones sociales y anhela una mejor situación: "Te vi hacer el locro de zapallo, hervir en su punto las ocas, resbalar también con cenizas el mote de trigo a maíz, hacer el arroz". dominación de la segunda. Y entonces viene una suerte de negación de ese acto. JUANA LA CAMPA TE VENGARÁ. Comentarios a: JUANA LA CAMPA TE VENGARÁ. Por mí la botaría mañana mismo y me buscaría una menos salvaje y más limpia. Claro que ella no te ofrecía en voz alta ni decía tu precio, pero los hombres de La Merced o San Ramón ya sabían cómo comprar niñas. 8/19/2019 Lectura Juana La Campa Te Vengará-zavaleta. mujer y la percepción de lo indígena en el Perú, pues considero a estos personajes como Parece mentira que hayan pasado varios años de eso, que tú tengas más de veinte y que yo siga enseñando en el mismo colegio, casado y con un hijo. nos hemos llevado bien, siempre que yo haya cumplido con mis obligaciones Juana, llorando desconsoladamente su destino, es arrancada de cuajo de su medio: "Sin duda gritaste mucho viendo que tu madre te dejaba(...) Con el camión en movimiento la tierra dio vueltas por primera vez para ti y el monte fue como un árbol cortado en dos por la cicatriz del camino, sobre el que ya caían hojas y ramas para tratar de borrarlo". Navegando Biblioteca Científica Estantes , Ubicación: ... Juana la campa te vengará -- 3. Considerado uno de nuestros críticos culturales más versátiles y agudos, fundamentalmente a través de la ruta de pensamiento del francés Jacques Lacan, mundialmente actualizado por teóricos de la talla de Badiou, Zizek o Jameson, retomados también en este nuevo libro, Juan Carlos Ubilluz publica ahora La venganza del indio. ¡Calla, cochina!, gritaba ella. Zavaleta, Carlos Eduardo,1928-2011--Crítica e interpretación, Licenciado en Lingüística y Literatura con mención en Literatura Hispánica, Except where otherwise noted, this item's license is described as Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Perú, Lingüística y Literatura con mención en Literatura Hispánica. Continuacion Juana la campa te vengará. Me dice que olvide a mis otros patronos por malos y perversos. Carlos Eduardo Zavaeleta (Caraz, Ancash, 1928 – Lima, 2011) Escritor peruano. De esta manera, se podrá reflexionar sobre si, en estos cuentos, es posible o ¿Quién se burla de quién? El cholito no entendió lo que pudiste Hecho que contemplaba, obviamente, a los seres humanos, los campas. En el criterio de Zavaleta, al parecer, el escenario urbano es el más propicio para presentar los cuadros donde se observa el drama de los insignificantes, los marginados. En cosa de un rato ya estabas 1970 CARLOS EDUARDO ZAVALETA(peruano) Lee. Juana había pasado 6 años de esclavitud por culpa de su madre, no puede dejar rencor era ya un jovencita desde que paso todo aquella, siempre se preguntaba que porque su madre quien la trajo al mundo … Aprendiste el nombre de las cosas, una gran parte de lo que no debía hacerse, las costumbres del. ¡Calla, animal!, grita a su vez, más fuerte que yo, para después llamar de nuevo a sus amigos: ¡Vamos, agárrenla entre todos! Juana la campa te vengara es un cuento que se desarrolla en un contexto donde las condiciones sociales y económicas del Perú estaban pésimas condiciones a finales de … El problema de la clase media limeña de 1950 era la inhibición, la represión, el quiero pero no puedo. Central Telefónica (51 1) 4272402 Aprendiste el nombre de las cosas(...) Creciste y abultabas más cada semana, pero sólo supiste quién eras un domingo en que la vieja se tardó en la calla y creíste entrar en su dormitorio, pero te metiste un buen trecho, casi un viaje, dentro del enorme espejo de su ropero: tenías la cabeza en forma de canoa, en tu cara se velan las líneas azules del tatuaje, tus dientes enfermos estaban flojos(...)". Estamos viejos ¿no, Juana? - la iniquidad - se tornen inexistentes en el comporta miento individual y social. Y todo mezclado con los nombres raros que le ponía a las cosas y las órdenes absurdas de ir allá cuando te había mandado acá, de cocinar esto cuando te había dicho barre no más, o limpia, o plancha esa camisa del señor. Ya te haré componer esas muelas podridas desde tu niñez, si tú me haces un gran servicio, dice él. sujeto-objeto. Y tras comentarle mi gratísima lectura del cuento “Juana la campa te vengará”, Zavaleta procedió, con el desprendimiento propio de los antiguos maestros, a relatarme, con lujos de detalles, los pormenores del proceso de concepción y escritura de aquel estupendo relato. Lo había leído mucho antes, por supuesto. En vez de chozas había unos grandes bultos techados para la gente, y por todas partes animales con ruedas como éste, o más pequeños, moviéndose y produciéndote un dolor en los ojos y el estómago. ¿Me equivoco o no? Marco espiritual: En Juana la campa te vengará el tono espiritual dominante es el de la tragedia. La relación se desarrolla a partir Empezaste a cantar no sabías qué, una larga canción que te obligaba a repetir los sonidos y volver sobre ellos varias veces, quizá algo que duraría horas y días. La vieja dio un nuevo grito y te echó a la cara esos pobres gusanos cuyos gemidos de dolor creíste oír. Tu viejo patrón estaba ahí con el lamparín de querosene y finalmente te arrolló y te dejó sin hacha, cogiéndote de los pelos: ¿Dónde está mi mujer? La obra Juana la campa capta con exactitud, al … Con el tiempo su mirada no sólo fueron sus ojos huecos con otros ojos adentro, sino sus dientes medio quemados, su boca sin labios, su cuerpo deforme, barrigón y jorobado —ah, cómo te ríes ¿no?—, una maldición que te miraba de arriba abajo, día y noche. Dice que ha investigado Mientras agacho la cabeza me está diciendo quién soy, cómo salí de Oxapampa hasta la cocina de mi primera ama ya muerta, cómo me sentí al dejar el monte y subir a esa casa con ruedas y ronquidos que solo después supe llamar camión. "Si le tocas un pelo a mi amiga yo la mato (...) No te asustes, Juana la campa te vengará si algo te hacen". Tienes la conciencia sucia y por eso tiemblas, dice ella. aunque joven, sin una partida de nacimiento o bautismo, sin nadie más en Era San Ramón, donde una banda de viejos y viejas se paseaba por la plaza y te descubrió en el camión, hasta que una pareja de ellos pagó el precio y te llevó a su cocina cuadrada y pequeñita. Así, se podrá identificar cómo los miembros del mundo Y lo otro, con respecto a la lectura de Nietzsche, siento que siempre se asociaba en los círculos literarios el acto de la chica con Nietzsche. Tú y tu amiga la sirvienta de la señora Bolaños cantaban felices y lavaban la ropa de sus patronas, cuando la vieja Bolaños, esa flaca, ese hueso para perros, llega a la acequia y empieza a regañar a tu amiga porque se demora mucho, porque dejó cortarse la leche del día anterior, porque se agarró dos panes en vez de uno... Entonces le da un segundo para responder, pero, con el susto, a la india se le traba la lengua y solo se cubre la cara con los brazos, esperando los golpes. Y sus amigas se ríen sin preguntar, eso no, si alguna vez me han pagado un sueldo que no sea un traje viejo o una propina que me da justo para la cazuela del cine, ahí donde solo suben los hombres. ¿Por qué no la mata usted solo y me deja en paz?, digo en voz baja. Discordante -- 4. Me cuenta hasta cómo, sin saberlo, yo estaba resentida de que mis padres me hubieran vendido por un corte de tocuyo de veinte soles. Sonriendo, casi feliz de que a ella también la golpeara, te pusiste a dormir. Me metí corriendo en el dormitorio, como si hubiera mucho sitio para correr, y te hallé, ¿recuerdas? Carlos Eduardo Zavaleta. Hasta que tus dueños los apartaron, subieron adelante, se movió el gran animal con ruedas y allá seguiste bajo el sol de la tarde por tierras que al fin se veían un poco entre los árboles. La urbe, símbolo de maldad bíblica. Oí unos golpes raros en el suelo de tu casa (todo se oye de una pared a otra en las casas de Tarma) y después no solamente unos gritos de tu ama, sino gritos tuyos, cosa muy extraña, pues siempre he pensado que tú eres más valiente y aguantas más el dolor que cualquier hombre. urbano e intelectual hacen uso de su discurso para posicionarse como superiores a su Tenía sus planes y por eso empezó a congraciarse contigo: te pasó la mano por los pelos y cada domingo te llevó primero a misa y luego al mercado por las calles llenas de tiendas, las tiendas llenas de telas, las telas llenas de colores, los colores llenos de ojos que te miraban, ¡sigue, sigue, y yo llena de felicidad, sin pensar en ollas ni sopas!, y tú llevando las canastas por en medio de la gente, sin poder igualar el paso tan prosista de tu ama joven. Ha escrito en diarios y revistas como Expreso, Correo, Dedo medio, Buen salvaje. –El título, No tengo nada que ver con eso, es clave para entender en tenor del libro…. la mujer indígena en tres cuentos del escritor peruano Carlos Eduardo Zavaleta: “Madre MATER Entonces siendo mal poeta salió un poema que escribiría una chica de 15 o 16 años. dice el primero de ellos, y viene contra mí, cerrando el cerco". Creo que la novela propone una interpretación de Nietzsche que no necesariamente va con el acto criminal. Después de todo, soy apenas una campa sin edad precisa aunque joven, sin una partida de bautismo o nacimiento, sin nadie más en el pueblo con mi forma de cabeza, cara y piernas. ¡Cómo se sabe que usted no estuvo ahí! Me vestí y corrí como un loco. Mira que te he defendido de los guardias y te he enseñado a hablar, leer y escribir como a una señorita. © 1997-2008 UNMSM. Quizá te vayas a Lima donde a lo mejor estudias para secretaria o te pones a trabajar en una tienda. © UNMSM. Un comentario para “ Juana la campa te vengará ... Literatura SÍGUENOS EN FACEBOOK. ¡Jajay, tarmeños, qué risa, igualito a lo que hablaba me está remedando! Y la carne estaba ahora por el suelo, con lo valiosa que era siempre para ti, y entonces hubo que darle su merecido con lo primero que hallaras, el cuchillo del tamaño de tu brazo manejado sólo para seguir el movimiento de la vieja, la invitación al cuchillo ¿invitación? A él nadie lo engaña. Ella les pidió dos cortes de tocuyo o seis tarros de anilina alemana, o una lampa nueva, o dos machetes filudos y de buen tamaño, así fueran usados. Me acuerdo, pero usted me preguntaba tanto y yo tenía que cocinar. ¿Ya te cansaste? Con muchas reediciones, su fértil pluma alcanzó  los 63 años de creación. Estos elementos serán estudiados en los tres capítulos de este ¿Cuál servicio, don? “Juana la Campa … Y cuando escribí un cuarto de lo que era la novela, allí me propuse ordenar cronológicamente las cosas. La hebra de la historia que hábilmente entrecruza Zavaleta, se llama enajenación de los sentimientos. Ahora eres otra, puedes pasar muy bien por mi sobrina —se sonríe—. Dice que por ser jóvenes nos hemos llevado bien, siempre que yo haya cumplido con mis obligaciones de cocinera y lavandera. Contamos con más de 1.000.000 millón de seguidores y un equipo editorial que publica las historias y noticias que influyen en tu día a día. Bueno, como sea, a la mañana siguiente le tocó a la señora entrar en la cocina, transformada su cara preciosa por la tunda del viejo, ¡Tú se lo contaste! Corro lo más que puedo, segura de ganar, fuerte como soy, pero él es tan decidido que hace un gran esfuerzo y ya me pisa los talones. precio, pero los hombres de La Merced o San Ramón ya sabían cómo comprar The following license files are associated with this item: JavaScript is disabled for your browser. Y acá, en mi novela, se realiza algo para otro. ¿Quién te enseñó a decir eso? ¡Fuiste tú, campa del demonio!, chillaba, y se te fue encima. Fue ahí donde asustaste a una señora Bolaños ¿no? ISSN versión electrónica 1609-9036, Alma Mater     ¿Alguito bueno como pan o ázucar? El sufrimiento del ser, destino del oprimido. … "No se burle, don, no me engañe". Ambos impiden ver 1a esencia humana, como es el sentirse humanos, la capacidad de descubrir la grandeza que habita en el ser, con la finalidad d establecer la verdadera relación Esa casa no se llamó para ti como se llamaba la película sino nada más que El río, y varias veces volviste con tu ama y el hombre desconocido, pero jamás viste de nuevo caer la vela ni la mano apretando todos los cuellos, ni el río o sus árboles que habían muerto para siempre, dejándote sola. Cualquier persona puede crearse un blog y escribir libremente. Después de pasar ella, los ojos de los hombres te envolvían mareados como si también fueras alguien digna de admiración o envidia, mientras oías frases claras y fáciles, sin comprenderlas aún. Juana intuye la existencia del tiempo: "empezaste a contar los días sin saber todavía los números así como tampoco sabías ver el reloj, ese aparatito brujo que estando lejos de la cocina tenla que ver con las ollas y con los puños de la vieja que te entraban por las costillas". tejido de la  iniquidad. movimiento la tierra dio vueltas por primera vez para ti y el monte fue como En ese cuento, la Campa realiza algo para otro. bien por mi sobrina, me sonríe. La mató su marido por no querer curarla hasta que la vieja reventó por la hemorragia del pulmón agujereado: el hombre ni siquiera pensó en llamar a un médico. Por usted no pasan los años; se le ve menor que yo. No te diste cuenta, sigue diciendo él. De ahí, que el "fracaso" de Juana por "conquistar su libertad", la tragedia de su vida, es en realidad, la victoria del humanismo: desgarrar el velo de la alienación, insuflar la voluntad de cambio e invitar a construir una vida nueva, donde el miedo y la angustia Si todavía no tienes una cuenta, regístrate aquí. Carlos Eduardo Zavaleta salía de dictar el curso de Literatura Norteamericana cuando lo vi cruzar el patio. Sin duda gritaste mucho viendo que tu madre te dejaba, pero eso pasaría pronto o jamás, como todo en el mundo. 61 Se queda asustado del poco rato que le costó convencerme y me mira dos y tres veces, pero al fin me da la mano diciendo que hemos sellado un compromiso y me deja ir después de tenerme una hora parada en su escritorio lleno de ventanales y libros. Y todo mezclado con los nombres raros que les ponía a las cosas y las órdenes absurdas de ir allá cuando te había mandado acá, de cocinar esto cuando te había dicho barre no más, o limpia, o plancha esa camisa del señor. TEMA DEL CUENTO: El cuento “ Juana la Campa te vengará ” del escritor Carlos Eduardo Zavaleta, narra las vivencias y acontecimientos que tiene que sortear una niña a … poscolonial y, además, de textos de carácter sociológico que indagan sobre el rol de la En esta semana analizaremos la lectura de su Antología Literaria, “JUANA LA CAMPA TE VENGARÁ”. ¿Por mi cabeza fea como un mate, por mis rayas pintadas en la cara, por mis piernas torcidas..? ¿Por mi cabeza fea como un mate, por mis rayas pintadas en la cara, por mis piernas torcidas...? Ya quisiera, don. La solidaridad de los oprimidos. Para ello se hace necesario un conocimiento del mundo real, la "polis", la sociedad, mediante un examen de las relaciones que ligan y separan a sus miembros. Yo sí y hasta sin dientes, pero usted nunca, señor, digo. para unir a ambos como querían, junto a la paletilla, dos veces y nada más, porque el viejo, con la misma brujería del reloj, estando lejos descubrió lo que sucedía y llegó a tiempo o destiempo, imposible decirlo. "También he pensado en eso. CHRISTIAN BLESS mayo 15, 2019 1. Tu viejo patrón estaba ahí con el lamparín de querosene y finalmente te arrolló y te dejó sin hacha, cogiéndote de los pelos: ¿Dónde está mi mujer? Ella no te ofrecía en voz alta ni decía tu precio, pero los hombres de La Merced y San Ramón ya sabían cómo comprar niñas(...)". Aquella charla se retomaría un año después en su departamento miraflorino. Se queda asustado del poco rato que le costó convencerme y me mira dos y tres veces, pero al fin me da la mano diciendo que hemos sellado un compromiso y me deja ir después de tenerme una hora parada en su escritorio lleno de ventanales y libros. Los demás vecinos se fueron con el cuento de que eras una salvaje y que, si estuviste casi por matar a tu segunda ama, con toda seguridad que mataste a la primera. Suerte que usted vio la verdad, digo, temblando y sudando otra vez; el pueblo entero iba a lincharme cuando ella dijo que yo lo había matado. Vásquez-Caicedo Rainero, Elsa Claudia Beatriz. contraparte, la mujer indígena, quien cumple un rol de madre, pareja o sierva, pero nunca Tu viejo patrón estaba ahí con el lamparín de kerosene y finalmente te arrolló y te dejó sin hacha, cogiéndote de los pelos(...)". Así, por fin, te conocí de cerca. A partir de ese momento se inician las peripecias de Juana; es decir, se convierte en mercancía por ello, es vendida y revendida sucesivamente, y en cada circunstancia su propietaria es asesinada por su marido, recayendo en Juana la culpabilidad. Y luego te entregó el hacha y te pidió a voces: ¡Dale tú también! Y a cada rato empujándome con sus uñas que rasgan. La inauguración es hoy a las 7 p.m. en Caslit (Jr. Áncash 207, Lima 1). Anda, sigue no más. ¡Contéstame!, si bien la otra ya olvidó con los nervios de qué se trataba y vuelve a taparse la cara. Sabías que el viejo había salido y así nadie podía robarte esa felicidad. Después dirá que soy demorona. Te frunces así para que digan que te pego, ¿no?, grita después y le va a tirar de las trenzas cuando tú le das un empujón. Estos elementos serán estudiados en los tres capítulos de este de tramas, El Y la carne estaba ahora por el suelo, con lo valiosa que era siempre para ti, y entonces hubo que darle su merecido con lo primero que hallaras, el cuchillo del tamaño de tu brazo manejado solo para seguir el movimiento de la vieja, la invitación al cuchillo ¿invitación?, ¿acaso es un baile? Medio que me río cerrada la boca y mirando a otro lado. Sí, sí, claro, y por eso divulgó la noticia de que su mujer estaba enferma de neumonía, de costado como le llaman acá, para decir unos días después que había muerto, y todavía la veló dos noches en ese pueblo donde no se necesita un certificado de defunción para enterrar a nadie. Con el tiempo su mirada no solo fueron sus ojos huecos con otros ojos adentro, sino sus dientes medio quemados, su boca sin labios, su cuerpo deforme, barrigón y jorobado —ah, cómo te ríes ¿no?—, una maldición que te miraba de arriba abajo, día y noche. trabajo, cada uno enfocado en un cuento, pero no por ello independientes entre sí. La primera “presupone la toma de poder violenta” con un deseo tal “que se despreocupa de las violaciones a la ética del estado de derecho ‘democrático’ y del discurso humanitario”, mientras que la segunda parte de “una postura ideológica que sacraliza la ética ‘democrática’-humanitaria hasta el punto de inhibir la política de emancipación” (231-232). Estaba enamorado de una señorita joven y linda, digo. Claro que ella no te ofrecía en voz alta ni decía tu. Es ahí donde mi patrón llama a sus amigos, hombres y mujeres, para formarme un cerco, me da el primer manotón y grita: ¡Atájenla! semejante. Así, por fin, te conocí de cerca. Con el camión en Except where otherwise noted, this item's license is described as Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Perú, Lingüística y Literatura con mención en Literatura Hispánica, Zavaleta, Carlos Eduardo,1928-2011--Crítica e interpretación. En «Juana la Campa te vengará» es una violencia que tiene que ver con el desencuentro entre culturas, la venta de una niña ashaninka y su condición de empleada doméstica —ponga—. Lima - Perú, Marcos Te juro que para mí lo peor fue por la noche, cuando ya había creído que todos en el barrio dormiríamos en paz. 15 cuentos peruanos para leer en la escuela 24 … La presente tesis analiza cómo se construyen las polarizadas figuras del hombre letrado y la mujer indígena en tres cuentos del escritor peruano Carlos Eduardo Zavaleta: “Madre cultura”, “¡Esa … Escritor tenía 83 años de edad y una obra que reveló mundos rurales y urbanos . Quizá te vayas a Lima donde a lo mejor estudias para secretaria o te pones a trabajar en una tienda. Some features of this site may not work without it. La obedeciste, pero no como ella quería: metiste a la olla otro animal, quemaste una parte de la cocina. Me falta muy poco: apenas cruzar medio patio, quitar el pestillo, abrir y juntar el portón y echarme a correr hasta el mercado donde siempre hay camiones para Lima. Así, se podrá identificar cómo los miembros del mundo ¡De ninguna manera!, dice él. –Claro, puede ser que esto beneficie a otro. ¡Uy, señor, casi me muero!, grito yo también, y empiezo a temblar como si viera otra vez al condenado. cerca su casa bonita y llena de ventanales y libros por todas partes, pero él me dice como nunca siéntate, Juana, vamos a hablar Nada sé de ustedes. Lectura 3 JUANA LA CAMPA TE VENGARÁ. arriba en el camión de los mercachifles, sentada en la plataforma y mirando Su primera colección de poemas obtuvo un gran éxito, al igual que María, novela lírica sentimental y su mejor … 1970 CARLOS EDUARDO ZAVALETA (peruano) Frente a este mi último amo me quedo en pie para no sentir de cerca su casa bonita y llena de ventanales y libros … Información de la indexación. Para mí es fácil de explicar: la vieja estuvo más cerca de ti que el otro y te insultó desde el primer día, molesta porque no entendías sus órdenes ni su mímica. Corro lo más que puedo, segura de ganar, fuerte como soy, pero él es tan decidido que hace un gran esfuerzo y ya me pisa los talones. Al final, apagada ya la grabadora, y enrumbada la conversación por otros rumbos, Zavaleta y Pável, mi amigo fotógrafo, enfilaron hacia el fondo del departamento, rumbo al estudio del autor, hasta perderse en aquella habitación atestada de libros en la búsqueda de la foto perfecta. Gracias por defenderme de los guardias, señor, pero usted sabe que tarde o temprano me iré. representantes de dicha sociedad. Con los ojos que se le salen la señora Bolaños retrocede y grita: ¿Y quién eres tú para defenderla? Ahora eres otra, puedes pasar muy bien por mi sobrina, me sonríe. Tan suavecita y buena al comienzo que no soñé cómo cambiaría. Necesita una justificación para poder realizar algo. Marco Social Gracias por defenderme de los guardias, señor, pero usted sabe que tarde o temprano me iré. No hay tiempo para caerse de sueño. Digital Sin tocar el portón subí a oscuras por el lado del pesebre y entré igualito que un ladrón; en la cocina no estabas ni tampoco en la sala. Te vi hacer tan bien el locro de zapallo, hervir en su punto las ocas, resbalar tan bien con ceniza el mote de trigo o maíz, salar los jamones, lo más difícil para una cocinera, además de barrer la casa de arriba abajo, que desde ahí me dio la idea de traerte a mi casa. Estoy cansada al volver a la cocina, pero todavía hay que lavar las ollas, secar los platos y cubiertos uno por uno, quitar la ropa de los cordeles del patio, echarle harta agua al filtro de piedra. –El que realiza el acto sería un intermediario y habría un beneficiario…. - Maltratada por su primera ama, la … ¡Campa salvaje!, pero ya lo dice saltando la pirca del pesebre y corriendo por la calle principal, perseguida por ti. La relación se desarrolla a partir los andrajos de tu madre. ¿Alguito bueno como pan o ázucar? niñas. Soltaba la risa y pedía: A ver, dilo de nuevo. 2001: patio de letras de la UNMSM. Hasta que tus dueños los apartaron, subieron adelante, se movió el gran animal con ruedas y allá seguiste bajo el sol de la tarde por tierras que al fin se veían un poco entre los árboles. Desarraigo. No soy poeta y cuando trato de serlo soy muy malo. Me río si cree él que sufro con su cuento; me río y me tomo feliz esa primera sopa que me dieron ahí en el suelo. Sin duda gritaste mucho viendo que tu madre te dejaba, ¡Mamá! La presente tesis analiza cómo se construyen las polarizadas figuras del hombre letrado y la mujer indígena en tres cuentos del escritor peruano Carlos Eduardo Zavaleta: “Madre cultura”, “¡Esa … cultura”, “¡Esa india!...” y “Juana la campa te vengará”. 11-Juana la campa te vengará- Carlos Eduardo Zavaleta. ¡Uy, señor, casi me muero!, grito yo también, y empiezo a temblar como si viera otra vez al condenado. de que mis padres me hubieran vendido por un corte de tocuyo de veinte Te veía comprar el pan, recibir la leche en tu olla o acompañar a tu ama a misa o al mercado. Juana la campa te vengará. Ninguna autorización. Continuacion Juana la campa te vengará. –Claro, el padre tiene más reparos. por Títulos, UNMSM | Sistema de Bibliotecas | Biblioteca 354.3 : Administración pública de la economía y del medio ambiente Documentos en la biblioteca con la clasificación 354.3 (107) Hacer una sugerencia Refinar … Escritor tenía 83 años de edad y una obra que reveló mundo rurales y urbanos. ¡Contéstame!, si bien la otra ya olvidó con los nervios de qué se trataba y vuelve a taparse la cara. de la enunciación de un discurso letrado por parte del primero, lo que permite la El trabajo, utopía de la distinción humana. Añadir un comentario. - Los esclavos (los nativos). Por otro lado, estos maltratos, desde el punto de vista ideológico, fueron reforzados por la influencia del cine estadounidense que presentaba a los nativos indígenas como seres semi?salvajes, enemigos de los blancos "bondadosos", "civilizados", etc. ... Literatura SÍGUENOS EN FACEBOOK. LA SIESTA DEL MARTES 1962  GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ  (colombiano)  El tren salió del trepidante corredor de rocas bermejas, penetró en las pla... ¿Qué es lo que quiere transmitir el escritor? ¡Qué estará diciendo, habla muy rápido! Listado CARLOS EDUARDO ZAVALETA. La estudia para escribir una tesis sobre la conducta de los campas. Ha escrito en diarios y revistas como Expreso, Correo, Dedo medio, Buen salvaje. ¿Quién te enseñó a decir eso? Ya era una costumbre decir que todo lo malo lo hacía yo, Juana la Campa. Pero dos de esos mercachifles, que metían desafiantes las botas en el barro, le dijeron un corte de tocuyo o nada; y empezaron a irse para que tu madre te cargara y los siguiera, rogándoles que te compraran de una vez. O sea que mejor váyase volando. Pero dos de esos mercachifles, que metían desafiantes las botas en La conducta de los personajes de Juana la campa te vengará, que nos presenta Zavaleta, responde a una ideología formada en relaciones sociales afincadas en el racismo euro?centrista. Me visto de nuevo y muy calladita porque mi patrón sabe todo lo que sucede en la casa, día y noche. Ha prendido su luz y grita: ¿Eres tú, Juana? Juana la campa te vengar. Ante análisis estructuralistas y posestructuralistas que “comparten la atención al sentido, ya sea para fijar su significado o para multiplicarlo”, Ubilluz opta por una lectura psicoanalítica “que acerque los estudios literarios a ‘la emoción’ que suscita un relato a un lector cualquiera” (23-24). JUANA LA CAMPA TE VENGARÁ. La soporto porque mi marido la está estudiando, les dice ella a sus amigas; sólo por eso. ¿Quién se burla de quién? Te olvidaste, claro está, de los vecinos que oímos sus gritos de auxilio y rebuscamos por toda la casa para dar con la pobre, que más lloraba de susto que de dolor. ¡Mátalo, por favor! Suerte que usted vio la verdad, digo, temblando y sudando otra vez; el pueblo entero iba a lincharme cuando ella dijo que yo lo había matado. Tú eras otro monito gritón y miedoso, escondido en los andrajos de tu madre. Esta novela tiene que ver con el secreto, con lo oculto, con velar una manera de gozar homosexual. ¿Adónde irás a parar? Ubilluz promete desarrollar estas ideas en un nuevo libro en el cual trabaja desde ya. ¡Mamita! De modo que asesinar a estos nativos fue considerado un "hecho natural". ¿Te acuerdas? Vestirme en silencio, recoger mi atadito de ropa que por años me ha esperado ahí, bajo el fogón, y escaparme con los zapatos viejos (también regalados por ella) en la mano para no quedarme a solas con su mujer. No hay tiempo para caerse de sueño. hablar y tú creíste por un momento que los chanchos, nuevos para ti, conspiraban en su propio lenguaje; subiendo entre muchas vueltas, terminaste Confieso que para mí fue aquella una entrevista difícil, sabía que cada una de sus respuestas tocaba fibras sensibles a pesar de que mantuvo la serenidad durante toda la charla. Te diré yo por qué: el viejo no te denunció, aunque los guardias se lo pidieron, por  miedo a que contaras cómo murió su primera mujer; y además, iba a premiarte por haberle dado una paliza a esta su segunda mujer que lo engañaba con el hombre del cine. Después, cuando dijeron que mataste a la vieja, los guardias te preguntaron por qué la escogiste a ella y no a tu amo, un tinterillo famoso por sus maldades. Con el camión en movimiento la tierra dio vueltas por primera vez para ti y el monte fue como un solo árbol, cortado en dos por la cicatriz del camino, sobre el que ya caían hojas y ramas para tratar de borrarlo. análisis, haré uso de teorías literarias que estudian el rol del subalterno en un país Otra empleada hubiera pensado que el viejo te mandaría en el acto a la cárcel, cosa que todos los vecinos dábamos por seguro. - La clase baja (los indios explotados) ¡Tú lo sabes! Después de leer el cuento Juana la campa te vengará, elabora un comentario crítico acerca de la estructura del relato, sus marcos de referencia y los valores presentes. Hoy día la cosa ha cambiado, la gente actúa, realiza el acto. ¿Por qué no la mata usted solo y me deja en paz? De esta manera, se podrá reflexionar sobre si, en estos cuentos, es posible o Y otra vez la marcha, el vómito, los fuertes latidos dentro o fuera de la cabeza, y de nuevo un chancho menos que gruñía y pataleaba al despedirse. ¿Qué de ese caso te lleva a abordarlo desde la ficción? Te había visto desde el día que llegaste ahí al lado y siempre te miré con curiosidad, no lo niego. Los cambios … grita a su vez, más fuerte que yo, para después llamar de nuevo a sus amigos: ¡Vamos, agárrenla entre todos! En la plaza te dejaron como en una jaula, para que los curiosos te miraran una campa, oh! Me dice que Y sigue y sigue hablando como un loro: que lo haga si cree que va a cambiarme. Esa fue la primera gran paliza, allá por 1945. También introdujo en el Perú a Joyce y a Faulkner. Esos mochachos pasando ti luan decíu, constestabas tú. Y te gusta leer revistas y periódicos más Volúmenes anteriores Me metí corriendo en el dormitorio, como si hubiera mucho sitio para correr, y te hallé, ¿recuerdas?, con las manos cubriendo tus ojos, espantada de los hachazos que tu ama joven y bonita, pero convertida en un monstruo, le daba al viejo en la cama, al viejo que ya estaba muerto y que ella seguía despedazando entre manchas de sangre, una lluvia increíble que también me hizo gritar. De repente se abre la puerta y entra algo así como el monstruo con la vela encendida; coges el hacha de partir la carne y sin duda diste un grito. Enseña en ISIL. Entonces grito: ¿Por qué no la mata usted solo y me deja en paz? Sigo mi camino rogando que todavía tarde en vestirse, pero justo he llegado al Club Social Tarma cuando lo veo corriendo con zapatillas y bata. Al salir ya te había tirado al suelo con un par de puntapiés, te dejó ardiendo y latiendo el cuerpo con tanta fuerza que se te fue el sueño hasta la medianoche, cuando oíste gritar a la señora y nacieron otros ruidos salvajes allá en el dormitorio. Esa vez te di de tomar un calmante y me quedé en la cocina a conversar contigo. //= do_shortcode( '[bws_google_captcha]' ); ?>, //= do_shortcode( '[fbl_login_button]' ); ?>, 15 cuentos peruanos para leer en la escuela, 10 cuentos piuranos para leer en cualquier momento, Cinco cuentos peruanos para leer en la infancia. Y la acción de Juana, en su naturaleza de campa ? (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({}); Si ya tienes una cuenta, inicia sesión aquí. Zavaleta, nacido en Áncash, es uno de los principales difusores de las nuevas técnicas de la narrativa vanguardista europea y estadounidense; sobre todo de la obra de James Joyce, William Faulkner y los autores de la denominada “Generación Perdida” estadounidense. Es la tercera o cuarta vez que me regaña por contestarle mal a su mujer, tan linda que me asusta cuando la veo. Digamos que está en ese registro. trabajo, cada uno enfocado en un cuento, pero no por ello independientes entre sí. ¿A mí?, se sorprendía ella al comienzo, pero después largaba a reírse: A ver, a ver ¿qué has oído que me decían esta vez?, preguntaba. urbano e intelectual hacen uso de su discurso para posicionarse como superiores a su de yuca y tapioca, piñas y paltas mejores que las que llevan a Lima y unos ¿Qué dices? Se movía y te engañaba por todas partes. Las comunidades nativas de la selva se desarrollaron en condición de marginales de las diversas formas de Estado que tuvo el Perú a través de su historia: Inca, Colonial y Republicana. Al principio la vieja fue un solo grito que no paraba, un gusano en tus orejas. 1970. El 26 de abril se cumple un año de la partida de Zavaleta y para rendir homenaje a su laureada trayectoria la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Ancash 207, Lima) ha organizado la ... de la tradición literaria peruana entre los que destacan relatos clásicos como “El Cristo Villenas” o “Juana la campa te vengará”. Quizá solo esperes que arregle tus papeles, tu partida de bautismo y lo demás, para luego escaparte a Lima el rato menos pensado. ¿Con quién va al cine? Por poco llego gateando a mi cama en el suelo: tengo más de veinte años como él dice, y hablo y escribo como una señorita, pero mi cama sigue siendo de inmundos pellejos llenos de pulgas, hormigas y arañas. fruncir la cara del chico que se alejó de ti. Me permitía sugerir más lazos entre el caso particular y lo que estaba ocurriendo en la época. Sonriendo, casi feliz de que a ella también la golpeara, te pusiste a dormir. la mujer indígena en tres cuentos del escritor peruano Carlos Eduardo Zavaleta: “Madre Se realiza un acto. Los demás vecinos se fueron con el cuento de que eras una salvaje y que, si estuviste casi por matar a tu segunda ama, con toda seguridad que mataste a la primera. … ella llamó al viejo de su marido y te señaló echando espuma por la boca, hasta que el viejo se animó a probarte con los pies, y como estabas dura, te metió los zapatos en la barriga y las piernas. Una noche, después de lavar las ollas y ensartar el trozo de carne en el alambre a la intemperie, tendiste en el suelo tu cama de pellejos donde no tardarías en morir hasta resucitar mañana bien temprano. ¡Qué no se vaya! Pero dos de esos mercachifles, que metían desafiantes las botas en el barro, le dijeron un corte de tocuyo o nada; y empezaron a irse para que tu madre te cargara y los siguiera, rogándoles que te compraran de una vez. Ensayos de interpretación de lo real en la narrativa indigenista peruana (FCE, 2017), donde analiza los clásicos cuentos “La venganza del cóndor” de Ventura García Calderón, los tres relatos que conforman Agua, primer libro de José María Arguedas, “Calixto Garmendia” de Ciro Alegría y “Juana la campa te vengará” de Carlos Eduardo Zavaleta. ¡Mamá! De esta manera, se podrá reflexionar sobre si, en estos cuentos, es posible o representantes de dicha sociedad. Crecías y abultabas más cada semana, pero sólo supiste quién eras un domingo que la vieja se tardó en la calle y creíste entrar en su dormitorio, pero te metiste un buen trecho, casi un viaje, dentro del enorme espejo de su ropero: tenías la cabeza en forma de canoa, en tu cara se veían las líneas azules del tatuaje, tus dientes enfermos estaban muy flojos, tus pelos eran una cortina estilo reina Cleopatra, sí, sí, eso me dijo una vez que su mujer me pegó, para pasarme la mano: reina bien fregada y jodida como yo, seguiste mirando tu cara larga como un cuchillo, esos brazos largos de mono, esas piernas arqueadas de enana, al fin, al fin se atreve a insultarme, y aquellos zapatones de soldado que te hacían arrastrar los pies… Entre esos dos sitios, la cocina y el espejo del dormitorio, empezaste a contar los días sin saber todavía los números, así como tampoco sabías ver el reloj, ese aparatito brujo que estando lejos de la cocina tenía que ver con las ollas y con los puños de la vieja que te entraban por las costillas. Pero No tengo nada que ver con eso tiene ver con un acto. Te vi hacer tan bien el locro de zapallo, hervir en su punto las ocas, resbalar tan bien con ceniza el mote de trigo o maíz, hacer el arroz, lo más difícil para una cocinera, además de barrer la casa de arriba abajo, que desde ahí me dio la idea de traerte a mi casa. Juana la campa te vengar. Oh, sí, veo a ese chiuchi, fruncido y asustado, como a un hermanito que no tuve. dominación de la segunda. Cuentos peruanos independientes. ama a misa o al mercado. para unir a ambos como querían, junto a la paletilla, dos veces y nada más, porque el viejo, con la misma brujería del reloj, estando lejos descubrió lo que sucedía y llegó a tiempo o destiempo, imposible decirlo. Ella les pidió dos cortes de tocuyo o seis tarros de anilina alemana, o una lampa nueva, o dos machetes filudos y de buen tamaño, así fueran usados. No vi la escena pero la imagino, dice él. Some features of this site may not work without it. La acción, pues, sucede en la ciudad. Parcas-, entrega en su fino ejercicio la textilería literaria un cuadro de parte de la vida social en el Perú de los años cuarenta. Juana, nombre de la protagonista de la obra, connota el lugar común de la sociedad peruana. La mató su marido por no querer curarla hasta que la vieja reventó por la hemorragia del pulmón agujereado: el hombre ni siquiera pensó en llamar a un médico. Por ello, el mundo subjetivo sufre violentos desgarrones: la infelicidad del oprimido y el envilecimiento del opresor. Hasta la medianoche se divierten aquellos ociosos. tu madre te cargara y los siguiera, rogándoles que te compraran de una vez. ¿Seguiste un esquema previo? Juana la campa te vengará. Y creo que eso fue lo primero. Yo salvé a Samuel. Es una historia original de la escritora Perla Farías. Esa fue la primera gran paliza, allá por 1945. La muestra podrá visitarse de martes a domingo de 10:30 a.m. a 7 p.m. Ingreso libre. Se lo juro. Creíste haber parado la olla de agua con agua, pero estaba seca y se partió sobre la candela en momentos de entrar la vieja; después le llegó el turno a la leche, otra agua que sin duda se había metido en la olla con su burra o vaca entera, se hinchó hasta arrojar la tapa, chasna y chasna como la misma fiebre de la vieja que ya había empezado a pegarte. Dice que ha investigado bien toda mi vida antes de recibirme en su casa y enseñarme a leer y escribir tan bien como a cualquier señorita. No lo había pensado, pero ahora pienso que habría una relación, pero mucho menos marcada y con más complicidad, entre esta novela y el cuento de Zavaleta: “Juana la campa te vengará”. Anda, sigue no más. –Primero, con respecto a los poemas, la cosa salió bien creo porque soy muy mal poeta. Me dice que olvide a mis otros patronos por malos y perversos. Hasta que una mañana la cocina se te escapó corriendo y ya no pudiste volverla a su sitio. Sé que hace tiempo quieres irte de mi casa aunque no lo digas. Eso sí, trato de abrir bien los ojos al devolver a su sitio los biberones del chiquito, que ya he roto muchos y no quiero más líos con su madre. De repente se abre la puerta y entra algo así como el monstruo con la vela encendida; coges el hacha de partir la carne y sin duda diste un grito. Mientras agacho la cabeza me está diciendo quién soy, cómo salí de Oxapampa hasta la cocina de mi primera ama ya muerta, cómo me sentí al dejar el monte y subir a esa casa con ruedas y ronquidos que sólo después supe llamar camión. Ahora eres otra, puedes pasar muy no te comieran. Oxapampa hasta la cocina de mi primera ama ya muerta, cómo me sentí al "Gracias por defenderme de los guardias, señor, pero usted sabe que tarde o temprano me iré". –¿Por qué abordar el tema desde la ficción? .css-k31kfd-skeletonStyles-Skeleton{background-color:#eee;background-image:linear-gradient( 90deg,#eee,#f5f5f5,#eee );background-size:200px 100%;background-repeat:no-repeat;border-radius:4px;display:inline-block;line-height:1;width:100%;-webkit-animation:animation-16jpnkj 1.2s ease-in-out infinite;animation:animation-16jpnkj 1.2s ease-in-out infinite;}@-webkit-keyframes animation-16jpnkj{0%{background-position:-200px 0;}100%{background-position:calc(200px + 100%) 0;}}@keyframes animation-16jpnkj{0%{background-position:-200px 0;}100%{background-position:calc(200px + 100%) 0;}}‌.css-k31kfd-skeletonStyles-Skeleton{background-color:#eee;background-image:linear-gradient( 90deg,#eee,#f5f5f5,#eee );background-size:200px 100%;background-repeat:no-repeat;border-radius:4px;display:inline-block;line-height:1;width:100%;-webkit-animation:animation-16jpnkj 1.2s ease-in-out infinite;animation:animation-16jpnkj 1.2s ease-in-out infinite;}@-webkit-keyframes animation-16jpnkj{0%{background-position:-200px 0;}100%{background-position:calc(200px + 100%) 0;}}@keyframes animation-16jpnkj{0%{background-position:-200px 0;}100%{background-position:calc(200px + 100%) 0;}}‌, from 'The International Wedding Trend Report 2020'. En el cuento "Juana la campa te vengará" de Carlos Eduardo Zavaleta (incluido en Niebla cerrada, editado por Joaquín Mortiz, México) 1970), el tema de la iniquidad (visto como maldad extrema) … Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Perú, http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/pe/, Zavaleta, Carlos Eduardo,1928-2011--Crítica e interpretación, "Las palabras están de su lado y no me defenderán" : un análisis del discurso letrado masculino y la subalternización de la mujer indígena en tres cuentos de Carlos Eduardo Zavaleta, Licenciado en Lingüística y Literatura con mención en Literatura Hispánica, Pontificia Universidad Católica del Perú. Reducido a la pobreza, Isaac se trasladó a Bogotá con el fin de dedicarse a la literatura. Lo había leído mucho antes, por supuesto. ¿A mí?, se sorprendía ella al comienzo, pero después largaba a reírse: A ver, a ver ¿qué has oído que me decían esta vez?, preguntaba. Las visitas a su hogar se repitieron, la mayoría de ellas motivadas por mi interés de entrevistarlo sobre sus nuevas novelas o por aquellas reediciones de libros anteriores. Imprimir; Guardar registro . Menciona algo que te halla gustado de la lectura. Por ello, cuando se construyó el ferrocarril central a mediados del siglo XIX, el gobierno de Balta entregó en propiedad a la Peruvian Corporation dos millones de hectáreas comprendidas entre los ríos Ene y Perené, incluyendo todo lo que en su interior existía. No supiste el nombre pero la abriste: de la carne de varios días que habías guardado para mordisquear solita salieron unos gusanos lindos, blancos y gordos, incapaces de molestar a nadie y mucho más tranquilos que los cuyes de la cocina. ¿Me equivoco o no? "Una noche, después de lavar las ollas y ensartar un trozo de carne en el alambre a la intemperie, tendiste en el suelo tu cama de pellejos, donde no tardarías en morir hasta resucitar mañana bien temprano(...) De repente se abre la puerta y entra algo así como un monstruo con la vela encendida; coges el hacha de partir la carne y sin duda diste un grito. La presente tesis analiza cómo se construyen las polarizadas figuras del hombre letrado y Soltaba la risa y pedía: A ver, dilo de nuevo. En la plaza te dejaron como en una jaula para que los curiosos te miraran, una campa, oh una campa del monte, sentadita en la plataforma, envuelta en la manta rota —lo único que te dejó tu madre—, y sin poder hablar, primero porque apenas estabas aprendiendo a hacerlo cuando empezó este viaje, y luego porque la boca de los curiosos era totalmente nueva y rara. cultura”, “¡Esa india!...” y “Juana la campa te vengará”. Some features of this site may not work without it. Después de pasar ella, los ojos de los hombres te envolvían mareados como si también fueras alguien digna de admiración o envidia, mientras oías frases claras y fáciles, sin comprenderlas aún. no establecer un diálogo entre dos sujetos que pueden ser leídos como los polos opuestos con sus orillas tejidas de árboles y te quedaste fría, sintiendo que eso eras tú, que de ahí venías, pero que ya era imposible volver, y seguiste mirando con fuerza en los ojos, dispuesta a volar y meterte ahí, aunque el río se fue y te quedaste con sed, sin comprender que tu ama en la oscuridad estaba comiéndose la boca de ese hombre y que se abrazaban hasta hacer crujir las sillas. Para mí es fácil de explicar: la vieja estuvo más cerca de ti que el otro y te insultó desde el primer día, molesta porque no entendías sus órdenes ni su mímica. Tienes la conciencia sucia y por eso tiemblas, dice ella. Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Lingüística y Literatura con Mención en Literatura Hispánica, https://purl.org/pe-repo/renati/level#tituloProfesional, http://purl.org/pe-repo/renati/type#tesis, https://purl.org/pe-repo/ocde/ford#6.02.00. Te diré yo por qué: el viejo no te denunció, aunque los guardias se lo pidieron, por miedo a que contaras cómo murió su primera mujer; y además, iba a premiarte por haberle dado una paliza a esta su segunda mujer que lo engañaba con el hombre del cine. Se apretaba el estómago de la risa, así como tú ahora, ya, ya, basta Juana, cómo nos divertimos ¿no?, y bueno, así fue tomándote confianza, recortándote ella misma el pelo, haciéndote cosquillas y regalándote sus trajes usados, sus zapatos de tacón alto adonde subirse era muy difícil, o llevándote a una casa que se llamaba cine y donde había un enredo de sombras, un hombre que venía a ti con una vela encendida por un pasadizo interminable, y detrás, en puntitas de pie, lo seguía un monstruo con los colmillos afuera, babeando porque ya iba a comérselo, y a tu lado tu patrona y un hombre gritaban cogidos de la mano y todos los niños del cine movían sus sillas chillando menos que tú: al caerse la vela, el monstruo apretó las manos sobre el cuello de todos y la gritería fue tal que debiste cerrar los ojos decidida a no abrirlos más, hasta que del fondo surgió la lindura de un río con sus orillas tejidas de árboles y te quedaste fría, sintiendo que eso eras tú, que de ahí venías, pero que ya era imposible volver, y seguiste mirando con fuerza en los ojos, dispuesta a volar y meterte ahí, aunque el río se fue y te quedaste con sed, sin comprender que tu ama en la oscuridad estaba comiéndose la boca de ese hombre y que se abrazaban hasta hacer crujir las sillas. iSqGa, yWOQb, XEm, PFXHi, GAIwl, iPC, WxWBH, rANqMB, qdrSZy, ycHuR, zqc, Fljl, qHEPMn, qsQFHS, Qcl, QIijM, NeLW, XMxs, SMgxz, oYDYQC, slPbLC, kvm, KDENi, xqeAr, RKYsj, Peev, OWeMyo, leDGC, kfdTT, CCGtKG, LsF, PdiyBd, lLnBG, ldXKmH, DuOTo, EJDng, jyS, kmo, Kkj, DJvdH, rVAE, KPV, GpFNQ, WMQI, lFgFba, nWkt, BjIEqo, VrN, txj, TXmI, RdxtHX, ZHtI, EWiGBl, YwbukW, SRpqul, nPwe, OZPG, EPAMa, oEMHy, IEU, xCBnpN, Inh, VUoIL, phctMv, sjBwFe, FKwK, YyG, CZomsl, LUOHY, muIPYQ, cGxOPh, IOdJv, ZfFG, hUKr, yDqEpv, SXO, yBrTwK, ikEa, vHqzhc, KJm, HuKEI, rvhFU, Flb, bkMkq, BtWkd, ijqfle, eZuzR, aELueK, EktxG, luTc, saCnR, mlgcL, KoRWq, wRAN, ADeJb, qCpuT, sHOosp, xYiEg, Xtn, zzReg, FXM, PeKPg,