Los primeros, en cambio, caen profundamente en un tema de meditación, y para salir de él, se sienten como suspensos o perdidos por un momento antes de volver al contacto y relación con el mundo exterior. No existe, en efecto, escuela de mayor esfuerzo que aquella en que se procura incesantemente estar atento a objetos de pensamiento por sí mismos repulsivos, difíciles, y cuyo único interés se ha conseguido por la vía de sus asociaciones como medios para un fin ideal remoto. Blog administrado por Parece esencial para la salud mental del individuo, que éste, además de las costumbres adoptadas, tenga alguna cosa sobre la cual pueda afirmar su exclusiva posesión, y defenderla encarnizadamente contra todo el mundo. De un tema que no cambie, huye la atención inevitablemente, y esto podéis probarlo en el más sencillo de los ejemplos: con el de la atención sensorial. El ejemplo extremado y patológico del querer precipitado nos lo ofrece el loco: sus ideas se resuelven en la acción con tal rapidez y sus procesos asociativos tienen una vivacidad tan extravagante que no dejan a la inhibición tiempo de llegar, y dice y hace todo lo que apunta en su cerebro sin un momento de vacilación. Uno de los descubrimientos más importantes de la psicología, realizado simultáneamente en Francia y Alemania hace medio siglo, fue el de que las corrientes nerviosas no sólo ponen en actividad los músculos, sino que pueden interrumpir también su actividad, o impedir que ésta se produzca cuando podría producirse. Aquí pongo fin a estos discursos. En este caso vuestra facultad de la memoria produce inmediatamente el resultado apetecido: el punto de partida encamina su amplia potencialidad hacia un objeto particular. Ciertamente, muy pocos, y las leyes de la costumbre nos indican la razón. 121-4). Esta manera de asumir el objeto constituye el proceso de la apercepción. No obstante, óyese decir muy a menudo:"Cometieron conmigo una gran falta siendo joven. En resumen: los tipos de carácter son, en amplio sentido, tipos de asociación. Para mí, con el cerebro organizado técnica y profesionalmente como lo tengo, y con los estímulos ópticos que me procura vuestra presencia, sería imposible permanecer aquí sentado sin decir una palabra y sin hacer un movimiento. Así como he hablado del aprender las cosas a estilo de papagayo, me figuro que no estará fuera de lugar una observación general sobre este asunto. La ley de contig�idad ense�a que los objetos en que se piensa con la onda que surge, son los que en alguna experiencia precedente se encontraban junto a los objetos representados por la onda que estaba pasando. Tal era la forma en que el muchacho apercibía el espectáculo. Las palabras de un poema, las formas trigonométricas, los hechos de la Historia, las propiedades de los cuerpos, son cosas que conocemos como sistemas definidos o como grupos de objetos que están en nuestra mente ordenados de cierto modo determinado por repeticiones innumerables, de las cuales una peque�a parte nos hace recordar todo lo demás. Dícese que interrogado el profesor Jowett acerca de lo que podía hacer Oxford para sus alumnos, contestó simplemente: "Oxford puede ense�ar a un gentilhombre inglés a ser un gentilhombre inglés." Una mala conducta, con relación al arte de ense�ar, es un punto de partida tan oportuno como puede serlo una conducta buena; y hasta a riesgo de pareceros una afirmación paradoxal, me atrevo a sostener que muchas veces una mala conducta es mejor punto de partida que una conducta buena. Por los procedimientos del sentido visible he llegado a observar el hecho de la síntesis mental creadora... Por mi investigación sobre las relaciones temporales, etc., he adquirido la noción de la intima correlación de todas las funciones psíquicas que suelen separase por medio de abstracciones artificiosas y de nombres diversos, como ideación, sentimiento, voluntad, y he visto la indivisibilidad y la homogeneidad de la vida mental en todas sus fases. En una escuela moderna, las recitaciones constituyen, pues, una mínima parte de lo que se exige al alumno que se ve obligado a tomar notas, hacer dibujos, planos y mapas; tomar medidas, frecuentar laboratorios y hacer experimentos, consultar autores y redactar memorias. Este principio de las impresiones múltiples se halla bien reconocido en las escuelas primarias y no debo insistir sobre él. En todos estos estudios ulteriores el material verbal es el vehículo de que se sirve la mente para pensar. El antiguo método pedagógico de aprender las cosas de memoria y de recitarlas como un papagayo en la escuela, se fundaba sobre un principio verdadero: el de que una cosa simplemente vista u oída y nunca reproducida verbalmente contrae adhesiones demasiado tenues en nuestra mente. Nuestra educación significa, en pocas palabras, un cúmulo de posibilidades de reacción, adquiridos en casa, en la escuela y en el trato de los negocios. Cuanto mayor sea el número de particularidades de la vida de cada día que podamos confiar a la custodia, que nada cuesta, del automatismo, tanto más la potencialidad más elevada de nuestra mente se hallará en libertad de dedicarse a lo que es su propia labor. Estudio de casos en Lima Metropolitana. Esta escolta, este cortejo ideal que la mente tiene dispuesto, es extraído naturalmente del almacén de recuerdos que ésta posee. Un maestro que tenga tacto no llevará nunca al extremos las situaciones difíciles. En la guerra todo consiste en encerrar al enemigo en una posición en la cual los propios elementos naturales le impidan la huída si quiere apelar a ella; caerle entonces encima con un número mayor de hombres, en el momento en que os suponga más lejos de aquel sitio; y así, exponiendo lo menos posible vuestras tropas, podréis matar a un buen número de contrarios y hacer prisioneros a los demás. discurso para el dEl Día del Maestro, que se celebra el 6 de Julio, por lo consiguiente, es una fecha especial, donde todas las inteligencia de una nación se unen … Todos sabéis por experiencia con qué facilidad la mente se sustrae a la contemplación de las condiciones según el tono que en cada ocasión domina al sentimiento. ¿Cómo se hace un saludo para un discurso? Si en los tiempos pasados hubieseis preguntado a una persona por qué podía recordar algún incidente particular de su vida, la sola respuesta que os hubiera dado hubiese sido �que tenía un alma y que ésta hallábase dotada de una facultad llamada memoria cuya función era recordar, y gracia a ella tenía de presente un conocimiento de aquella porción determinada de su pasado�. Recuerdo haber leído un libro en que se distinguían diez y seis formas de apercepción: apercepción asociativa, apercepción acrescitiva, apercepción asimilativa, y así sucesivamente hasta diez y seis. Pero, naturalmente, este método solo sirve para los primeros pasos. El hecho es que no existe especie alguna de conciencia, ya sea una sensación, ya un sentimiento, ya una idea, que no tienda directamente a manifestarse en algún efecto motor. ¡Qué auxiliar tan grande ha sido la reciente guerra de Filipinas para estudiar la geografía! Raramente, sin embargo, ocurre como en el ejemplo referido, que todo el proceso mental se forma alrededor de un particular único. Pero cuando se piensa que nuestras series de asociación, cualesquiera que sean, se reducen normalmente a reacciones adquiridas, o sea, a la conducta, se comprende que, en tesis general, la misma masa de hechos viene comprendida en las dos fórmulas. Cuanto más abundantes son los sistemas asociativos, es tanto más completa la adaptación del individuo al mundo en que vive. Henry Adams dice: “Un maestro trabaja para la eternidad. Esto es una exageración humorística; pero hablando en serio, lo cierto es que nadie debe desesperarse por su inferioridad desde este punto de vista. Descargo de responsabilidad y política de privacidad | Mapa del sitio. El castillo de naipes que está disponiendo Juanito, la ri�a de perros en la calle, el sonido de la campana que avisa de un incendio, son los adversarios que debe combatir la buena voluntad del maestro constantemente. Mis maestros no me hicieron ejercitar la memoria. El resultado de nuestra educación es llenar poco a poco nuestra mente, a medida que se acrecienta la experiencia, de un cierto fondo de ideas semejantes. Noél Álvarez @alvareznv. Abandonándolo para tratar otros puntos (con los cuales repetidamente se relaciona este mismo asunto) no puedo menos de insistir en una exhortación: la de que os acostumbréis a pensar en vuestros alumnos en términos asociativos. Vuestra misión es formar un carácter a vuestros alumnos, y un carácter �como muchas veces he dicho� consiste en un patrimonio organizado de costumbres y reacciones. Si una de ellas lo poseyese, sería probablemente la fuerza del deseo y de la pasión, la intensidad del interés que el individuo pone en sus propósitos. La diferencia entre Percepción y Apercepción está explicada para los maestros en el prefacio de la Psicología de Blank. El arrastrarse, el caminar, el encaramarse, la imitación de los sonidos, el construir, el dibujar y el calcular ocupan sucesivamente al ni�o, de modo que en ocasiones una afición de éstas llega a ser exclusiva y luego puede llegar a disiparse completamente. ¿De qué están formadas estas costumbres y estas reacciones? Como ninguno contestara, el maestro dijo: "Estoy seguro de que saben esto, pero me parece que no formuláis bien la pregunta: permitidme que yo lo intente". Pero si recordamos por virtud de nuestras asociaciones, y si éstas son debidas (como ense�an la Psicología fisiológica) a la organización de nuestras vías cerebrales, comprendemos fácilmente que prevalezcan las leyes de la proximidad en el tiempo y de la multiplicidad de repeticiones. Esta explicación basada en la facultad ha quedado completamente desterrada merced a la teoría de la asociación. Las razones fundamentales están pronto expuestas. Para obtener este último resultado debemos poseer completamente otras cualidades: tacto fácil e ingenuidad para saber qué cosas determinadas debemos hacer, qué palabras pronunciar cuando el ni�o está delante de nosotros. La mejora más colosal obtenido durante los últimos a�os en la educación secundaria es debida a la institución de escuelas para los trabajos manuales, no porque con ellos se produzca gente más diestra, más práctica para la vida doméstica, más apta para el comercio, sino porque se producirán ciudadanos de una fibra intelectual muy distinta. Con la educación que ya tenemos no podemos encontrar una experiencia que sea para nosotros completamente nueva, sino que siempre recuerda alguna cosa semejante por cualidad o por algún contexto que puede haberla circundando anteriormente, cosa que es sugerida por la experiencia aludida. El esfuerzo debe estar constantemente presente y activo, pues si el interés derivado del objeto ya por sí sola de lo fácilmente atrae la atención, este debe llamarse espontáneo. De aquí se sigue que la preocupación esencial del maestro debe ser el engranar en el ni�o la serie de costumbres que puede serle más útil en el curso de la vida. Recibimos, así noticias sensibles de nuestra conducta y de los resultados que hemos obtenido. En todas las cuestiones aperceptivas de la mente influye una ley general: la ley de la economía. Existe, a no dudar, una gran variedad originaria entre los individuos, en cuanto al tipo de su atención. 1. Consideremos aisladamente cada uno de estos dos puntos. Ninguna verdad, aun siendo abstracta, puede ser percibida de tal manera que alguna vez no influya en nuestras acciones terrenas. Su triunfo o su derrota moral dependen de si encontrará o no el nombre justo aplicable al aso en que se halla. Los nombres, y todo nombre corresponde a un concepto o a una idea, son instrumentos que poseemos para tratar nuestros problemas, para encontrar a los dilemas una salida. Al pronunciar mi última conferencia, tratando de la costumbre, referíame principalmente a nuestras costumbres motrices o sea a las costumbres de la conducta exterior. Sin embargo, cuando se agarra a los libros y lee en ellos los capítulos que se refieren a la apercepción, se encuentra con una cosa tan triste e insignificante �toda vez que aquélla no es más que el modo de recibir una cosa dentro de nuestra mente� que teme no haber sabido leer a causa de la superficialidad de su inteligencia, y se queda afligido por una sensación de incertidumbre o de estupidez, y en todo caso mortificado al sentirse tan por debajo de su misión. entonces el individuo conoce la Naturaleza y ésta, en cierto sentido, le conoce a él. Una idea comunicará a la otra el propio interés emocional cuando las dos hayan estado asociadas en cualquier especie de complexo mental. Desde luego, es cosa obvia que la conciencia tiene dos funciones: conduce al conocimiento, e impulsa a la acción. El profesor M�nsterberg hacía metódicamente el siguiente experimento: presentaba la misma palabra cuatro veces, en intervalos de tres meses, a cuatro diversas personas que eran sujetos de sus observaciones; y encontró que de ordinario las asociaciones que surgían provocadas de aquel modo no eran constantes. Hemos observado que, en los ni�os, en los impulsos y las aficiones maduran con un orden determinado. Es esencial que el profesor se dé cuenta de la importancia que tiene la costumbre y la Psicología debe servirle para eso. Las personas de este último tipo encuentran que su atención divaga de continuo y que se ven obligados a hacerle retroceder por medio de esfuerzos voluntarios. Parece muy natural decir que así como obtenemos normalmente, después de haber obrado, alguna impresión reactiva del resultado, sería conveniente que el alumno se acostumbrase a recibir una impresión semejante en la mayor parte de los casos. Análogamente si yo escribo en el encerado las letras A, B, C, D, E, F, probablemente estas os sugerirán G, H, I... Pero si escribo ABADE os sugerirán como complemento SA para decir Abadesa. Breve discurso sobre los maestros “Un buen maestro es como una vela: se consume para iluminar el camino de los demás”, dice Mustafa Kemal Ataturk. El infierno de que habla la Teología, no es peor que el infierno que nos creamos en nuestra vida, dejando que nuestro carácter adopte una mala forma. Encontró notables diferencias en cuanto a la rapidez, pues unos necesitaban para leer el párrafo un tiempo cuatro veces mayor que otros, y generalmente los que con más velocidad leían eran los que tenían mejor memoria. Contienen sensaciones de nuestros cuerpos y de los objetos que nos circundan, recuerdos de las experiencias pasadas, pensamientos de cosas distantes, sensaciones de satisfacción o de necesidad, deseos y aversiones, y otras condiciones emocionales, y esto con toda la variedad de combinaciones posibles e imaginables. La segunda máxima, es: No toleréis una sola excepción, mientras la nueva costumbres no está bien arraigada en vuestra vida. En los libros de anécdotas, y más recientemente en los tratados de Psicología, encontramos citados ejemplos de verdaderas monstruosidades de esta memoria asistemática, en personas muchas veces estúpidas. PROEMIO. Recientemente recibimos en Cambridge la vista de varios individuos indios cultos con quienes hablamos libremente de la filosofía y de la vida. Las universidades germánicas se muestran orgullosas del número de jóvenes especialistas que ponen en camino todos los a�os; jóvenes no precisamente provistos de fuerza original intelectiva, pero si habituados de tal manera a las investigaciones, que cuando el profesor les confía la preparación de una tesis filológica o histórica, o alguna parte de la tarea de laboratorio, les bastan dos palabras indicándoles la dirección general y el método más conveniente para que se valgan por sí mismos, sirviéndose de los aparatos y consultando las fuentes, y llegan a dilucidar, en un periodo determinado de meses, un pedacito de verdad nueva. Una buena parte de la vida de un hombre semejante piérdese en indecisiones y lamentaciones sobre cosas que debieran ya estar engranadas en su naturaleza y no existir prácticamente para su conciencia. Se pueden tomar costumbres nuevas, lo he dicho expresamente, cuando hay estímulos y excitantes nuevos. Ya hablé algo de eso hablando del instinto constructivo, y no tengo más remedio que repetirme. La mente que puede retener tales fórmulas es por lo mismo una mente superior, y el comunicarlas a los discípulos será siempre una de las funciones favoritas del profesor. La imagen premonitoria es ya una excitación de los centros nerviosos que han recibido la impresión. Por fin, a�adid las palabras"repitiéndolas simplemente". Pero si nos preguntamos cómo son determinados por el cerebro, no sentimos la más remota inclinación a contestar en un sentido o en otro; de modo que si nos preguntamos de qué manera la educación modela el cerebro, no podemos responder sino en los términos más abstractos, generales e hipotéticos. El contagio del genio de Arnold era tan grande que se decía que un hombre de Rugby podía ser reconocido durante toda su vida, gracias a ciertas cualidades de carácter que había adquirido en la escuela. No corresponde, pues, a nada peculiar o fundamental de la Psicología, siendo solamente uno de los innumerables resultados del proceso psicológico de la asociación de las ideas, y la Psicología puede prescindir de ella, aun cuando sea útil en Pedagogía. En la breve autobiografía de Darwin existe un pasaje citado con gran frecuencia, pero que, como encaja exactamente en lo que llevo dicho sobre la costumbre, quiero citarlo una vez más: "Hasta la edad de treinta a�os todos los géneros de poesía me proporcionaban un placer extraordinario; y ya cuando iba a la escuela gozaba intensamente con los dramas de Shakespeare, en particular con los que tenían un argumento histórico. Es preciso hacerse un fondo de caja, de adquisiciones; capitalizarlas y después vivir cómodamente de los intereses del capital. He aquí, pues, lo que viene a ser ese minúsculo e impulsivo organismo psicofísico cuya disposición a la acción debe adivinar el maestro, y a cuyas modalidades debe acostumbrarse. Pero nuestros procesos del pensamiento y de la sensación también hállanse sometidos a las leyes de la costumbre, y resultado de esto es el fenómeno conocido con el nombre de "asociación de las ideas". Un adulto indiferente se maravilla del número de horas que un ni�o consume interesado hasta la pasión con sus cubos, poniéndolos en orden y esparciéndolos de pronto para reordenarlos; pero de este mismo hecho, una sabia educación sabe sacar partido y dedica los primeros a�os a ejercitar a los ni�os en la construcción y en las lecciones objetivas. Mas, aparte de la atención que atrae cualquier objeto interesante, a la cual podemos llamar atención pasiva o espontánea, existe una forma más deliberada de atención: atención voluntaria o con esfuerzo, que podemos prestar a los objetos poco interesantes o por sí mismos no interesantes. Este principio de multiplicar las vías y de variar las asociaciones y los reclamos es importante, no sólo para ense�ar a los ni�os a recordar, sino para ense�arles a comprender. Un Formulario De Verificación De Empleo De Nuevo México. Sobre todo, el maestro debe ser vivo y listo, y difundir estas cualidades con su ejemplo. Si pudiésemos por un momento evocar toda nuestra historia individual, veríamos que nuestros ideales profesionales y el celo que nos inspiran, se han constituido merced a un pausado crecimiento, por la superposición de un objeto mental a otro, superposición que puede recorrerse hacia atrás, punto por punto, hasta llegar a la nursery o a la escuela, y tropezar allá con el momento en que un relato, una cosa mostrada, una operación observada, nos puso en relación con un objeto nuevo que encerraba un nuevo interés revelado al asociarse con algún otro hecho, objeto u operación originariamente interesante. Esta es tu oportunidad para dar las gracias por todo lo que ha … Todos los maestros saben muy bien cuán ventajoso es que una cosa sea realizada simultáneamente por un grupo de chiquillos. En tercer lugar, las funciones verdaderamente mentales que no se refieren directamente al ambiente de este mundo, las utopías éticas, las visiones estéticas, las miradas dirigidas a los campos de la verdad eterna y las fantásticas combinaciones lógicas no podrían, de seguro, ser concebidas y desarrolladas por un individuo humano cuya mente fuese incapaz de dar productos más prácticamente útiles. Oímos las palabras que hemos pronunciado, nuestro fiato mientras lo hacemos salir del pecho; al mismo tiempo leemos en los ojos de nuestros oyentes la aprobación o la desaprobación de nuestra conducta. Mientras somos jóvenes cualquiera de nosotros cree poder llegar a ser todo lo que puede ser un hombre. Todo el bienestar acumulado de la humanidad �idiomas, artes, instituciones y ciencias� se transmite de una a otra generación por medio de lo que llama Baldwin la herencia social, es decir, imitando una generación a la que le ha precedido. Ahora bien: el hecho inmediato que debe estudiar la Psicología, la ciencia de la mente, es también el hecho más general: este hecho es que en cada uno de nosotros durante la vigilia (y a veces hasta durante el sue�o) se desenvuelve de continuo una conciencia de alguna especie. Debe ocuparle en objetos nuevos y con nuevos estímulos, haciéndole saborear el fruto de su conducta, de manera que más tarde todo el conjunto de experiencias conseguidas determine su conducta cuando vuelva a hallarse en presencial del mismo estímulo, lo cual no se alcanza de una vez, con una sola impresión. No tengo necesidad de repetir lo que antes he dicho, acerca de la superioridad del método experimental objetivo que ocupa al ni�o de un modo más acorde con los intereses espontáneos de su edad y le absorbe dejando en él impresiones profundas y duraderas.